La UCR no puede resolver las cuestiones internas en Paraná, y después de tanto declarar que contaba con grandes chances gracias a la división del PJ, hoy debe reconocer que sufre un fuerte quiebre en la Capital de Provincia.
Las suma de las internas abiertas del 17 de Diciembre y la partidaria del 29 de Octubre, dejaron heridas sangrantes en el Radicalismo. Aunque Sergio Varisco ganó con el 60% de los votos no puede obviar que Fabián Rogel obtuvo un importante 40%. Y ambos candidatos que se jactaban de la división Peronistas y de las nuevas oportunidades que con esto surgían, a pesar de todo saben que al Radicalismo no le sobra nada, ni en la Provincia ni en Paraná, a la UCR no le ha ido bien en los últimos tiempos y los pronósticos no la ayudan, con lo cual no puede darse el lujo de ir dividida, porque las tan mentadas chances se verían complicadas.
Pero a pesar de todo el Radicalismo paranaense quedó quebrado, irreconciliable. Porque la pelea no fue sólo entre los dirigentes, sino que cada militante de Rogel se enfrentó a cada militante de Varisco y viceversa. Por eso hoy, la UCR es consiente que tiene que pelearla con la renga.
Con esto, ahora el sector de Varisco tiene una nueva jugada. Como ya se conoce, el PRO ha sufrido la inhabilitación de algunos candidatos por parte del Tribunal Electoral, entre ellos el de Eduardo López Segura, candidato a Intendente por Paraná. Lo nuevo, es que el Varisquismo junto a Miguel Retoré y Carlos Gonzáles, hombre de estrecha confianza de Humbertito Varisco, tras una serie de conversaciones, acordaron con Agustín Addy.
Así, Addy llevaría en su boleta como candidato a Intendente de Paraná a Sergio Varisco, y al revés, Sergio Varisco llevaría como candidato a Gobernador a Agustín Addy. La preguntas entonces son: ¿Dónde queda Cusinato?¿Dónde queda la confianza?. En el medio, se habla de que habría una ayuda importante para que el PRO realice su campaña en la Provincia.
Esto ya es un acuerdo cerrado, confirmado públicamente en De Frente por Eduardo López Segura.