“Sin dudas Botnia contamina”.

Refresquemos la memoria.

Por Jorge Busti.

La decisión del traslado de industrias sucias:

Es sabido que el Desarrollo Industrial de los Países Centrales y fundamentalmente los del Hemisferio Norte (EE.UU., Canadá, Europa, Japón, etc.), han sido a costa de sacrificar su medio ambiente y de la extracción no sustentable de sus recursos naturales, realizados sin ninguna planificación, durante décadas.

El Gral. Juan Domingo PERÓN, en su conocido “Mensaje ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo”, dado en Madrid, el 21 de Febrero de 1972, (aún antes de la Conferencia Mundial de Estocolmo sobre el Hombre y el Medio Ambiente del mismo año), decía con sabiduría y precaución:

“Creemos que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobre-estimación de la tecnología y la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esta marcha, a través de una acción mancomunada internacional”.

“El ser humano ya no puede ser concebido independientemente del medio ambiente que él mismo ha creado. Ya es una poderosa fuerza biológica, y si continúa destruyendo los recursos vitales que le brinda la Tierra, sólo puede esperar verdaderas catástrofes sociales para las próximas décadas”.

”La humanidad está cambiando las condiciones de vida con tal rapidez que no llega a adaptarse a las nuevas condiciones. Su acción va más rápido que su captación de la realidad y el hombre no ha llegado a comprender, entre otras cosas, que los recursos vitales para él y sus descendientes derivan de la naturaleza y no de su poder mental”.

“En el último siglo ha saqueado continentes enteros y le han bastado un par de décadas para convertir ríos y mares en basurales, y el aire de las grandes ciudades en un gas tóxico y espeso”.

Mucho antes de que se hablara del “Informe Bruntland”, sobre Desarrollo Sustentable de la Humanidad, con respecto a la explotación fundamentalmente extractiva de los Recursos Naturales y la necesidad de la Preservación de los mismos, para no poner en riesgo a las Futuras Generaciones, el Gral. Juan D. Perón, ponía sobre aviso a todo el planeta sobre el futuro que se abatiría inexorablemente, sino se tomaban en cuenta estos procesos de degradación del medio ambiente y la biodiversidad.

Casualmente un año antes de que se formalizara la Cumbre del Mundo sobre Medio Ambiente Humano en Río de Janeiro en 1992, en un memorando secreto de 1991, el principal economista del Banco Mundial, Lawrence Summers, sugirió que «tiene sentido» desde un punto de vista económico trasladar las industrias que causan la mayor parte de la contaminación de los países industrializados al tercer mundo. Cumpliendo las órdenes del FMI y el Banco Mundial, Ghana duplicó la explotación forestal entre 1984 y 1987, y el tamaño de sus bosques disminuyó un 75%. Pronto, Ghana tuvo que importar madera, y para el año 2000 había talado todos los árboles de ese país africano.

En consecuencia de esto, otro de los “Proyectos del Banco Mundial”, fue el de trasladar las industrias sucias desde los Países Centrales del Norte a los Países Periféricos del “Tercer Mundo”, del Cono Sur, con el objeto de comenzar a sanear el medio ambiente en sus países de origen y debido a las normativas ambientales de cada vez más difícil cumplimiento para las empresas más contaminantes, como es el Caso de la Fabricación de Pasta de Celulosa

Plantaciones de eucaliptus y proyectos de fabricación de pasta de celulosa

En la Década del ´80 y ´90, el Banco Mundial promovió la Plantación de Árboles aptos para la fabricación de Pasta de Celulosa, por medio de Leyes de Promoción Económica a la Forestación, en los países de Sudamérica (Chile, Brasil, Uruguay, Argentina), esto era imprescindible para trasladar las Industrias Contaminantes desde EE.UU., Canadá, pero fundamentalmente de Europa, ya que las Directivas (Ej: Directiva 96/61 de 1997), de la Unión Europea, eran muy estrictas en cuanto a la Prevención de la Contaminación de las Industrias, el cuidado y Protección Ambiental y la preservación de los Recursos Naturales, ya que el mismo tipo de Industrias de Pasta de Celulosa con la utilización de tecnologías a base de Cloro y Dióxido de Cloro, no podrían instalarse a partir del año 2007, y que las fábricas existentes, deberían adaptar su tecnología a los nuevos requerimientos.

La industria papelera es considerada una de las industrias potencialmente más contaminantes si no está correctamente manejada y continuamente controlada. Esto ha generado que, debido a los altos niveles de urbanización, en el viejo continente se tienda a erradicar este tipo de industrias hacia los países menos desarrollados donde las exigencias ambientales no son (todavía) tan rigurosas.

En los últimos años, los procesos de fabricación de papel han avanzado significativamente en pos de disminuir (no eliminar) los posibles efectos negativos sobre el medio. Sin embargo, una fábrica de este tipo modifica significativamente aspectos socio-ambientales de la región, debido a que “altera” las condiciones del entorno que son propicias para futuras inversiones en la región (como ejemplo, es muy difícil la convivencia de una empresa como esta y los emprendimientos turísticos como la hotelería, la explotación agrícola-ganadera, la explotación pesquera, etc.)

El primer proyecto de instalación de una Planta de Pasta de Celulosa sobre el Río Uruguay fue el de la empresa uruguaya “Celulosas de M’bopicuá” del Grupo Español ENCE S.A., que luego de la lucha emprendida por la comunidad de Gualeguaychú, el Gobierno de la provincia (2003/2007) y el Gobierno Nacional, tuvo que definir un nuevo lugar de Emplazamiento o de Relocalización de su Planta, cercano a la Localidad de Conchillas al sur de Fray Bentos, y prácticamente sobre el Río de la Plata, en territorio uruguayo. La misma luego de terminada producirá alrededor de 1.000.000 ton/año de pasta de celulosa.

La Empresa Finlandesa BOTNIA, cuya Planta de Fabricación de Pasta de Celulosa está instalada cercana a la ciudad de Fray Bentos, sobre el Río Uruguay (que es compartido por ambas naciones) y frente a la Provincia de Entre Ríos, con una Area de Impacto Directo sobre la Ciudad de Gualeguaychú y zonas aledañas, tiene que ver, no solo con sus posibles impactos ambientales que afectaría en forma directa a más de 300.000 habitantes entre uruguayos y argentinos, además de la contaminación de agua, suelo y aire, cambios climáticos, alteración de la biodiversidad, etc., sino también con el proyecto de desarrollo de la región.

Produce desde su inicio y Puesta en Funcionamiento a partir de Noviembre/Diciembre del año 2007, aproximadamente 1.000.000 de ton/año de pasta de celulosa, (más del 50 % de lo que producen sus 5 Plantas en Finlandia y tres veces más de lo que produce una sola Planta en el mismo país), y ha cumplido sus objetivos de producción antes de que finalice el año 2008, pese a que tuvo varias paradas y arranques durante ese año, producto de ajustes y arreglos de puesta a punto, lo que produjo escapes y emisiones de gases tóxicos a la atmósfera.

La producción de Pasta de Celulosa se realiza a partir de chips de diferentes variedades de Eucalyptus, en una Zona de Impacto Directo que comprende un Área de 4 Km. Aguas Abajo del mismo puente, a escasos 2 Km. de la Ciudad de Fray Bentos y a 4 Km. del Balneario Ñandubaysal en la Costa Entrerriana y a 27 Km. de la Ciudad de Gualeguaychú.

Los problemas de la contaminación y el caso de “Botnia S.A.”
La Localización de la planta de Botnia en el lugar actual donde se construyó, se debe fundamentalmente a un interés económico / financiero, (proximidad de un río con agua dulce gratis, cercano a las plantaciones y con caminos de acceso

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