Pobre cierre de campaña.
En la tarde de hoy la UCR salió a caminar la ciudad de Paraná, en el marco del cierre de campaña de las próximas elecciones del domingo, pero la nota de color la dio el candidato diputado que, despavorido, abandonó en la esquina.
El radicalismo cerró su campaña con una caminata en la zona céntrica de la ciudad, en la misma participaron todos sus candidatos como Atilio Bendetti, Jorge D´Agostino, Hilma Re, entre otros.
Pero lo que llamó poderosamente la atención a los presentes fue que a los pocos metros de iniciada la misma, el primer candidato diputado nacional, Jorge D´Agostino, salió huyendo al grito de “no tengo plata, no tengo plata”, quedándose atónitos los militantes radicales.
Al parecer, según los mentideros cercanos al candidato, dos personas se le habrían acercado, como generalmente ocurre en este tipo de actividades partidarias, “mangueándole” unos pesos, a lo que sintiéndose increpado, el candidato, no pudiendo contener su temor, no le quedó otra que una corrida nunca antes vista, bolsiqueándose los pantalones y al grito de “no tengo plata”, a la vez, abandonando a sus compañeros de lista, dirigentes y militantes en el cierre de campaña.
Es más, según comentan, uno de los mangueros, al parecer el conocido “Sapo” del sector que lidera Varisco, relataron los presentes, se le habría parado enfrente al candidato, pisándole los dos pies con , lo que le impedía moverse, para, de esta manera manifestarle “dame plata, dale” reiteradasa veces, en una actitud bastante avasallante.
De esta manera, y frente a esta actitud del conocido militante radical, el candidato no pudo contener su temor, huyendo despavorido de la última actividad partidaria previa a las elecciones.
Segun comentaban los presentes intentaron en varias oportunidades comunicarse a su celular, para convencerlo que vuela por que era un bochorno, pero lo habia apagado
Indudablemente, la campaña radical, en esta oportunidad, ha sido muy pobre, no solo por los resultados que se vienen perfilando, sino también porque al candidato no le alcanzan los pesos para repartir, obligándolo a huir frente a cualquier apriete