Saqueos
El gobernador dijo que alrededor de 50 policías con antecedentes se acuartelaron y organizaron los saqueos.
Tras los saqueos de anoche en la ciudad de Concordia, el gobernador Sergio Urribarri habló esta mañana y dijo que alrededor de 50 policías se esa localidad se acuartelaron y organizaron los saqueos.
Además, el gobernador habló de sedición, y dijo que los efectivos involucrados ya tenían antecedentes y que quienes saqueaban eran delincuentes, por lo que estaban organizados.
Según informó el gobernador, una persona que se encontraba en el lugar de los saqueos murió electrocutada y además, hay más de 25 heridos, la mayoría por armas blancas.
Los principales objetivos de los saqueos eran casas de artículos del hogar, particularmente una ubicada en calle Las Heras.
Los vecinos de Concordia se defendieron y muchos estacionaban el auto en la vereda, bloqueando la puerta de ingreso a los locales comerciales, para que no pudieran ingresar a saquearlos. Otros ataban los contenedores de basura a las puertas, con el mismo objetivo.
Además, el gobernador dijo que cerca de las 23 se comunicó con el ministro de Seguridad de la nación, Sergio Berni, para pedir la colaboración de Gendarmería y Prefectura.
Sin embargo, la situación no duró mucho tiempo. Urribarri viajó anoche de urgencia a Concordia y alrededor de las 4 de la madrugada informó que la situación había vuelto a la calma.
El gobernador viajó junto al ministro de Gobierno, Adán Bahl, el de Comunicación y Cultura, Pedro Báez, el jefe de la policía, Héctor Massuh y el Jefe de Gabinete, Hugo Ballay. Además, con el intendente Gustavo Bordet y el senador Enrique Cresto, se pudo resolver la situación.
Sergio Urribarri precisó que la causa ya está en la justicia contra los policías que realizaron el acuartelamiento que dio lugar a los saqueos que pusieron en vilo a Concordia durante algunas horas.
En Paraná, si bien no se vieron saqueos, los vecinos también estaban preocupados y muchos se comunicaron con este medio para saber cuál era la situación en la capital provincial.
La preocupación era principalmente por los supermercados Fontana y Changomás, en el este de la ciudad, y Wal Mart, en el oeste. De todos modos, en la ciudad se veían patrulleros y los policías estaban en las garitas ubicadas en diferentes esquinas y plazas.