Escándalo en el «SUR» de Obras Sanitarias
Los mentideros de Obras Sanitarias comentan que los funcionarios involucrados tienen un padrino de peso y con poder dentro de la provincia que les tapa los negociados y avala las empresas, escándalo que tienen en la mira a Hugo Righelato.
La indignación y molestia, tanto de los empleados como de los vecinos, es grande, y no sería para menos, ya que los mismos tienen que ver cómo el director de Obras Sanitarias de la provincia, Hugo Righelato y otros funcionarios, se estarían construyendo mansiones y varios departamentos a través de empresas paralelas con las cuales direccionan contrataciones públicas.
Según denuncian los mentideros, Righelato, quien recientemente luego de un conflicto hasta armó un gremio que muchos tildan como «sello de goma”, ya que no tendría una cantidad real de sindicalizados, y asociados, estaría al frente de una empresa cuya denominación sería “AZUL”, que tendría algunos nombres “de paja”, algo incompatible con su calidad de funcionario publico.
Esta empresa “AZUL” sería, a su vez, precisaron los entendieras, subcontratista de otra empresa fuertemente vinculada a un hombre del poder dentro del gobierno.
Dicha empresa “AZUL” se dedicaría a todo lo atinente a las obras de agua, saneamiento y cloacas, empresa a la que casualmente, según denuncian, generalmente se le adjudica la contratación con obras que realiza el Estado provincial y municipal. En este último, Righelato logró poner a un hombre de su riñón, Oscar Calvi, con la venia del secretario municipal Guillermo Federik.
Ambos, Righelato y Calvi, tendrían una larga amistad y relación de socios que data de la gestión de Mario Moine, siendo ambos, en dicho momento, funcionarios del ex intendente y ex gobernador.
Ampliando sobre los negociados de estos funcionarios, algunos mentideros que dudan de dónde salen los materiales e insumos, comentan que los camiones de hormigón de una obra son desviados a una mansión ubicada en calle Bravard, en la zona del Thompson, la cual sería de propiedad del propio Righelato.
Y los negociados millonarios seguirían, los mentideros de obras sanitarias también involucran a esta empresa “Sur” con el frente de las obras en la planta de tratamiento y las cloacas realizadas en el barrio de IAPV de calle Cristologo Larralde, y ahora también estarían al frente de obras en calle Hernandarias y Bordón.
A partir de los comentarios, ahora los empleados están indignados y mientras dicen que no pueden ni ir para el costado y que Righelato, Calvi y asociados, ambos con su pasado moinista, se van para arriba, sostienen que el área provincial no resistiría ninguna auditoría ni en el área a su cargo, ni tampoco en su propio patrimonio.
Sin embargo, según dicen, el poder y la palanca del padrino de los socios, que también estaría llevándose su parte, sería tal que nadie se atreve a realizar los controles.
Es más, algo que le llama la atención a los vecinos y empleados, es que a las obras realizadas por la empresa “AZUL” no pueden ni arrimarse los inspectores provinciales ni municipales a hacer controles, porque son áreas dirigidas por Righelato y Calvi respectivamente, que tienen la vía libre para el negocio, calificado por los mentideros como “turbio” e incompatible con la ley de ética pública.