¡Todos los solteros las manos arriba! ¡Si sos casado, tomate el palo!
El ser soltero y enamoradizo la trae varios problemas al intendente, que tuvo que salir disparando a recuperar el celular que le arrebató la despechada.
Este Portal inaugura la sección “Viernes de Culebrones” con dos dramas que se viven por estos días en el municipio paranaense. Al de un amor imposible de concretar en el Concejo Deliberante se le suma uno que protagonizó el intendente.
Sergio Varisco es el soltero más codiciado del ámbito municipal, a quien ser bastante enamoradizo le ha traído varios problemas, principalmente durante su actual gestión al frente de un convulsionado municipio paranaense.
En esta oportunidad, el intendente protagonizó un drama que incluyó gritos, el arrebato de un celular, objetos lanzados al aire y corridas por el municipio y por la calle.
Aunque lo relatado parezca salido de una telenovela, todo ocurrió en el despacho del presidente municipal y los protagonistas fueron el propio intendente y quien mantendría una relación sentimental con él, la concejal Claudia Acevedo.
Según comentan los mentideros, desde hace un tiempo, las cosas no estarían muy bien entre ambos, algo que terminó de estallar esta semana en una durísima discusión que mantuvieron en la oficina de Varisco, y el pescado, como es cariñosamente apodado el intendente, esta vez no pudo zafar.
De acuerdo con lo que dicen en los pasillos del municipio, el intendente estaba en su despacho cuando irrumpió a los gritos muy ofuscada Acevedo con reproches y recriminaciones que se habrían desencadenado por los celos de la concejal.
Afirman que el intendente intentó calmar a la mujer y bajar los ánimos de la discusión pero poco pudo hacer ya que la edil no paraba de gritar.
Es más, afirman que en un determinado momento Acevedo le habría lanzado una botella de gaseosa que estaba en la mesa a Varisco, quien logró esquivar el proyectil, aunque este cayó sobre el escritorio del intendente y el líquido se desparramó sobre los papeles que había allí.
Según comentan, cuando el presidente municipal se agachó para evitar la botella, la despechada concejal le arrebató el celular que estaba sobre el escritorio y salió corriendo de la oficina, algo que fue visto por varias personas.
Pero la huída de la edil no se terminó al salir del despacho, sino que habría continuado hasta llegar a su casa, ubicada en calle Echagüe, por lo que el intendente desesperado salió corriendo tras ella junto con alguien de su confianza, para intentar recuperar el celular sustraído, ante la mirada atónita de quienes estaban en el municipio.
Sostienen que Varisco le rogaba a la mujer que le devolviera el móvil, preocupado por lo que podría ocurrir si la concejal sacara a la luz el contenido del teléfono.
Dicen que el intendente, junto con su secretario, debió pasar un largo rato suplicando ante la puerta de la casa de Acevedo y tocando el timbre, hasta que esta finalmente la edil accedió a devolverle el celular.
Esta no es la primera escena dramática que protagonizan el intendente, que hace gala de ser un seductor, y la concejal, que son protagonistas de un culebrón que promete seguir dando material para la nueva sección de los viernes.
