Como Busti en el 2006
En octubre el decreto de convocatoria a elecciones, comicios en marzo, aunque el anuncio se hará en el Mundial.
Con un año plenamente marcado por la política ya transitando, los tiempos electorales comienzan a apremiar al gobernador Gustavo Bordet.
El mandatario es consiente de que sus chances de obtener la reelección se acrecientan si desdobla los comicios, adelantándolos de los nacionales, evitando así el arrastre de Cambiemos con la figura del presidente Mauricio Macri
Es más, con números en la mano, Bordet se posiciona muy bien ante el sector independiente.
Se sabe en los mentideros tribunalicios y políticos y el mandatario conoce y evalúa esta situación, que la provincia se enfrenta a un año de importantes cuestiones judiciales resonantes en la política entrerriana. Ejemplo de ello será la avalancha de causas judiciales que salpicará la imagen del peronismo entrerriano.
Frente a esto a Bordet tiene el límite del mes de octubre para, mediante un decreto, llamar a elecciones.
Según la normativa electoral vigente en la provincia, la atribución propia del Ejecutivo provincial de llamar a elecciones, debe hacerse entre 90 y no más de 120 días previos al día en que se desarrollan los comicios, los cuales se deberán realizar en marzo o, a más tardar, en abril del 2019.
Un adelantamiento que no es nada nuevo en la provincia, ya que se suscitó un escenario similar en el 2007 bajo la gobernación de Jorge Pedro Busti.
En aquel momento Busti también quiso evitar el arrastre del Kirchnerismo que, según se preveía, más allá de la pertenencia justicialista de ambos sectores, favorecería la candidatura de Julio Solanas y no la de Sergio Urribarri, el bendecido de Busti.
El por entonces gobernador conocía esta realidad y sabía que si no desdoblaba debía postergar a Urribarri y llevar como candidato a Solanas sí o sí, porque así se lo exigiría el entonces presidente Néstor Kirchner.
Un Kirchner al que no le quedaba otra opción que llevarlo como candidato a Solanas porque fue el único que se la jugó por el ex presidente en el 2003 cuando el resto de la dirigencia justicialista de la provincia se dividía el apoyo en las figuras del Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá.
Busti, que centralizaba el poder de la provincia, con la venia de Kirchner, sacó el decreto en el límite, es decir, en diciembre de 2006, convocando a elecciones para el 18 de marzo de 2007, mientras que las nacionales se realizaron el 27 de octubre de ese año.
Ante el desdoblamiento, en virtud de la ley que lleva el nombre de su autor, el actual presidente del Superior Tribunal de Justicia, Emilio Castrillón y de la mano de Hugo Berthet, Solanas tuvo que jugar por fuera del peronismo y, en consecuencia, sin la estructura nacional y provincial, contando solo con la municipal, quedando cantado el resultado de los comicios.
Sin embargo, al oficialismo provincial le costará mucho derogar la ley Castrillón.
Un desdoblamiento el del 2007 que fue bendecido por Néstor Carlos Kirchner que permitió que la provincia tenga dos cronogramas electorales, uno provincial y otro nacional.
En aquel momento, la figura del entonces presidente de la nación era enorme y a nadie se le pasaba por la cabeza tomar una decisión, sobre todo de este tipo, sin su venia ya que todo el manejo político pasaba por sus manos y Entre Ríos no fue una excepción.
Un ejemplo claro de ello fue el arribo de Kirchner a la Provincia para solucionar personalmente el gravísimo conflicto que por ese tiempo sufrieron los docentes, destrabando el mismo.
Un Kirchner que, más allá de las amistades, hacía política y los vínculos sentimentales pasaron siempre a segundo plano, aunque le pese a Solanas que en cada oportunidad que tiene aún recuerda y destaca su amistad con el ex presidente.
Una coyuntura que tampoco fue ajena al hoy gobernador Bordet, que en el 2007 producto del desdoblamiento logró hacerse con la intendencia de Concordia frente al entonces intendente Juan Carlos Cresto que buscaba la reelección.
En aquella oportunidad Bordet fue candidato de Busti en la lista que encabezó Urribarri como candidato a gobernador, siendo ambas figuras los principales bendecidos por el mandatario provincial.
El escenario de hoy es similar para Bordet, y, como repiten los cercanos o los de la mesa chica y conocen como se mueve, éste no come vidrio y sabe que necesariamente deberá desdoblar para evitar el arrastre de la ola nacional de Cambiemos si quiere tener chances de ser reelecto, sobre todo cuando el PJ no presenta un candidato de jerarquía a nivel nacional
A Bordet lo apremian los plazos y tiene hasta octubre para decretar la convocatoria a las elecciones que obligadamente deberán ser en marzo o abril del 2019, aunque el anuncio lo hará este año durante el mundial de fútbol.
Las elecciones de 2019, si se desdoblan y con una reforma electoral vigente, puede determinar una sorpresa sin precedentes en la Provincia, siendo ejemplo de ello el gobernador electo de un color político y que las mayorías en las cámaras sean de otro partido político y lo mismo ocurriría con algunos municipios.
El adelantamiento de 2007 benefició a Busti, Urribarri y Bordet y que ahora presenta los mismos protagonistas, uno asesorando, el otro firmando el decreto y el último sacando el paquete de leyes de la reforma política.
