Sin San Valentín. Stratta no enamora a nadie en Victoria y compra candidato

Como presidenta del peronismo de Victoria, la vicegobernadora convocó a una reunión donde se hicieron presentes alrededor de treinta importantes dirigentes que, pasadas las palabras protocolares y casi despidiéndose, fueron sorprendidos por la propuesta de adquirir un candidato ajeno.

No se puede negar,  que María Laura lo ha intentado todo en pos de ganarse la simpatía y el voto victoriense, y parece que aún tiene un as bajo la manga, una estrategia más. Desde siempre ha insistido con conquistar su ciudad natal, de la que su padre fue intendente, pero, la voluntad popular le ha sido bastante esquiva, y ni ella, ni los candidatos que ha apoyado, han logrado convencer al electorado y no han logrado tomar el Municipio. Parece que no bastaron las tantas idas de Stratta para entregar subsidios, herramientas, computadoras, todo cuanto pueda, en otros tiempos como Ministra de Acción Social, y luego, ya siendo Vicegobernadora, para contratos que se niega a dar a conocer,  manteniéndolos ocultos, más allá de que éstos provengan de los dineros públicos, pero haciendo de Ministra de Acción Social, una función que le quedó impregnada. Y repite desde siempre la misma fórmula, hacerle regalos a su pueblo, con dinero que no sale de su bolsillo.

Los principales referentes de la zona respondieron a la convocatoria y tuvieron una participación que rondaba opiniones con muchos puntos en común. Estaba el ex diputado provincial Juan Carlos Almada, su hija, Carla, que actualmente es concejala; los Garcilazo, Darío y César, entre otros.  La reunión se desarrolló con normalidad, donde María Laura, principal oradora, instó a que haya unidad, encolumnados detrás de Beto Bahl, sea a través de una lista por consenso o ir a una interna que sirva para llevar al PJ a ganar la intendencia. Y esa fue la premisa, que se dirima entre los presentes el candidato a intendente de Victoria, de la manera que sea, consensuando o dirimiendo en las PASO, pero, según el pedido de Stratta, pegando boleta a la del candidato propuesto por Bordet a la gobernación.

El último en hacer uso de la palabra fue el concejal Victor Sanzberro, que cometió SINCERICIDIO al sentenciar que “NINGUNO DE LOS PRESENTES ENAMORA A LA CIUDAD DE VICTORIA” como para ser candidato a intendente, pasándosele por alto que la que convocaba y presidía la reunión ( Stratta) estaba habilitada para serlo, y el clima del cónclave cambió, y se desató la tormenta. Lo que venía siendo un entorno cordial, ameno, de reencuentro y satisfacción por volver a sumar voluntades y puntos de vista, se tornó en un incomodísimo momento, que dejó con un muy mal sabor a todos. Sanzberro, dicen los que saben y conocen, habló en realidad como muñeco de ventrílocuo, y lo único que hizo fue ser de mensajero. La frase dice que no hay que matar al mensajero, y quién estaría detrás de las palabras, que sería el autor intelectual de los dichos de Sanzberro es la mismísima María Laura.

Desde hace muchísimo tiempo que María Laura es consciente de que no puede penetrar en el votante de su propia ciudad a pesar de tener el apellido de alguien que ha sido intendente. Ella no pudo seguir con el legado, ni tampoco lo consiguió con los candidatos que ha apoyado en otras elecciones. Siempre Victoria le ha sido hostil, a pesar de todo el trabajo de seducción que siempre hizo con su ciudad natal, a base de entregas de subsidios fue tal el desmanejo y las irregularidades, que terminó con funcionarios muy cercanos procesados y condenados aunque a ella, que era la (jefa) ministra y los autorizaba la justicia, llamativamente decidiera apartarla de la causa de los subsidios truchos, entre otras cosas. Por eso es que ha venido pergeñando una alianza con quien en Victoria ha logrado tener un caudal de votos importante, y que seguramente accedería a la intendencia con cierta holgura, PERO, es alguien que políticamente hoy está en la vereda de enfrente. La idea de Stratta se trata de convencerlo de sumarse a ella, y de esta forma, aunque no esté en la intendencia, tendría el control.

El senador Gastón Bagnat, hombre venido desde el sur por cuestiones personales a Victoria, donde se afincó y no pudo despegar económicamente, encontró en la política una fuente de éxito, que lo llevo a estar de candidato a la intendencia, a recalar en el ANSES de Victoria, y finalmente a una banca en el senado de la provincia, gracias a sus seguidores, a esos VOTOS CAUTIVOS, que son su GRAN CAPITAL, y que son la ambición y la envidia de Stratta. Ella ha tenido con el senador un trato muy especial, aprobándole muchos contratos que, sumados, lo convierten el SENADOR MAS CARO de Entre Ríos. Pero ese detalle a María Laura no le interesa mucho, porque daría lo que fuera por tener a Bagnat de asociado, quien ya habría adelantado que, a él, en caso de concretarse esta sociedad, solo le importaría el puesto de intendente, y que de los demás cargos municipales se encargue Stratta. Y hasta se menciona de un monto para sellar este acuerdo.

Sansberro solo fue el emisario, solo repitió un guión, y quien recibe las balas de bronca por afirmar que ninguno del PJ enamora a Victoria para llegar a la intendencia, ni siquiera, Stratta. Y a esta situación, la presidenta del PJ victoriense le encontró la solución, fichar a alguien ajeno al partido, como si fuese un jugador de fútbol profesional, para que se calce la camiseta de su causa. No le importa más nada, y menos el partido, solo le interesa estar al mando del municipio, además de estar SEGUNDA en alguna lista que le de fueros cuando deba abandonar su cargo de vicegobernadora. Tampoco le importa que Victoria no la elija, que no enamore a Victoria, solo quiere el control, tener el poder. ¿Será para beneficiar al pueblo de Victoria o será para satisfacer su ego? ¿O habrá otros motivos emparentados directamente con los beneficios económicos? Stratta quiere a Victoria, aunque Victoria no la quiera.