El debate sobre la privatización de empresas energéticas provinciales ha tomado un repentino y explosivo rol central en la agenda política de Entre Ríos, con dos recientes candidatos a legisladores nacionales confrontando visiones diametralmente opuestas sobre el futuro de la Empresa de Energía de Entre Ríos (ENERSA) y el Complejo Hidroeléctrico Salto Grande. Mientras el candidato por la Alianza La Libertad Avanza, Joaquín Benegas Lynch, sostiene la necesidad de su privatización, su par del Partido Justicialista, Guillermo Michel, cuestiona la medida de manera contundente, citando datos económicos que contradicen la premisa de la ineficiencia estatal. Además, ENERSA ya tiene un precedente en manos privadas que fue un FRACASO.
La propuesta de Benegas Lynch se enmarca en lo que él define como un «deber moral» de acompañar la transformación liberal que encabeza el gobierno nacional. Para el candidato, que se presenta como una persona proveniente del sector privado, el Estado es inherentemente ineficiente y la privatización es el camino para «hundir» el pasado de «estatismo colectivista y populista» que ha afectado al país. El aspirante al Senado aseveró que toda empresa estatal, sin excepción, debería ser privatizada, buscando los mecanismos necesarios para ello. Como justificación, Benegas Lynch esgrimió que los datos económicos muestran una mejora en la situación del país, citando la reducción de la inflación de un 300% a un 15% proyectado y la disminución de la pobreza de más del 50% al 31%, lo que, según sus cálculos, equivale a sacar a 12 millones de personas de la pobreza. También ha señalado que un trabajador en un país con libre mercado podría ganar hasta once veces más que en la Argentina, lo que atribuye a la falta de injerencia estatal. En su visión, los «derechos esenciales» se limitan a la vida, la libertad y la propiedad privada, y los mejores servicios públicos del mundo son provistos por el sector privado. El candidato, que trabajó por casi una década con el magnate norteamericano Douglas Tompkins, ha admitido además que no mantiene una relación directa con el gobernador Rogelio Frigerio, aunque espera un vínculo más estrecho a partir de la alianza de cara a las próximas elecciones.
La posición de Benegas Lynch fue recibida con una dura crítica por parte de Guillermo Michel, quien representa la postura de defensa del patrimonio público provincial. El candidato justicialista utilizó datos contundentes para refutar el argumento de la ineficiencia. Michel puso en tela de juicio la lógica de privatizar una empresa como ENERSA, que, según indicó, obtuvo un resultado positivo de 42.000 millones de pesos en su último balance y contribuyó a las arcas del Estado con casi 16.000 millones de pesos en concepto de Impuesto a las Ganancias. La contundencia de estas cifras contradice directamente el discurso de Benegas Lynch sobre la necesidad de privatizar entidades públicas. En su respuesta, Michel planteó preguntas retóricas que interpelan a las autoridades de Entre Ríos, QUE DEBERÍAN SALIR A RESPONDER a Benegas Lynch, sobre todo el gobernador Rogelio Frigerio. A su vez, cuestionó si los entrerrianos deberían «regalar un negocio millonario a un privado para que vuelvan a aumentar la factura de la luz», haciendo alusión a un posible incremento de tarifas bajo una gestión privada. La empresa de energía, que distribuye electricidad a más de 360.000 usuarios y concentra el 71% del mercado de distribución de la provincia, es un activo estratégico para la provincia. Michel también extendió su crítica al interrogar públicamente al gobernador Rogelio Frigerio y a las autoridades de ENERSA sobre su posición frente a la propuesta de privatización.
La defensa de la privatización de recursos estatales no es nueva para la familia Benegas Lynch. El debate en Entre Ríos se contextualiza en un escenario nacional en el que el hermano de Joaquín, el diputado por la provincia de Buenos Aires, Berti Benegas Lynch, ha propuesto públicamente la privatización de los recursos marítimos de la Argentina. El legislador ha argumentado que asignar derechos de propiedad a los recursos naturales, incluso a las especies marinas, es la solución para la crisis ambiental. Utilizando una analogía, sugirió que la razón por la que animales como las ballenas se extinguen y otros como las vacas y gallinas no, es que estos últimos tienen un propietario. El diputado ha afirmado que un esquema de privatización del mar terminaría con los problemas ambientales. Esta postura, que ha sido calificada de «disparatada» por expertos del sector pesquero, evidencia la profundidad de la ideología que su hermano, Joaquín Benegas Lynch, busca implementar en la provincia de Entre Ríos.
Argumento histórico contra la privatización de ENERSA
La historia de la Empresa de Energía de Entre Ríos (ENERSA) proporciona un contrapunto histórico directo a la propuesta de privatización. El servicio de distribución eléctrica en la provincia fue privatizado en 1996 durante la segunda gestión del entonces gobernador Jorge Busti, quien otorgó la concesión a la empresa EDERSA, conducida por yankees. Sin embargo, la experiencia resultó ser un FRACASO, marcado por la ineficiencia y las quejas de los usuarios. Como resultado, en 2005, el mismo gobernador Busti, en su tercer gestión, tomó la decisión de anular el contrato de concesión. Para revertir la situación, se creó la empresa estatal ENERSA, la cual asumió la explotación del servicio. Este antecedente histórico es un elemento crucial en el debate, ya que la privatización que propone Joaquín Benegas Lynch no es un concepto nuevo para Entre Ríos, sino un modelo que ya fue probado y abandonado por sus resultados negativos.
La respuesta de Guillermo Michel cobra mayor peso al considerar estos antecedentes. El candidato justicialista, al cuestionar la lógica de privatizar una empresa que generó ganancias de 42.000 millones de pesos y pagó 16.000 millones de pesos en impuestos, no solo se basa en cifras actuales, sino que también se apoya en una lección histórica. Michel sostiene que entregar un negocio tan rentable a manos privadas podría llevar a un incremento en las facturas de luz para los entrerrianos, un temor que se vio reflejado en la experiencia pasada de la provincia. La historia de EDERSA sirve como un claro ejemplo de los riesgos que implica la privatización, reforzando la postura de quienes defienden el rol del Estado en la gestión de servicios públicos esenciales. El debate, entonces, se profundiza más allá de las ideologías, adentrándose en el terreno de la experiencia concreta y los resultados palpables para la ciudadanía.
El debate por la privatización de empresas y activos estratégicos para la provincia enfrenta dos posturas irreconciliables. Por un lado, una visión ideológica que aboga por el retiro total del Estado de la economía y la entrega de los recursos al sector privado, bajo la premisa de que esta es la única forma de alcanzar la eficiencia y el progreso. Por el otro, una postura pragmática que defiende la rentabilidad de las empresas estatales y su rol en la economía local, advirtiendo sobre los riesgos de regalar un negocio millonario que podría terminar perjudicando a los ciudadanos con aumentos de tarifas. El futuro de ENERSA y Salto Grande se convierte, de esta manera, en uno de los ejes centrales de la contienda electoral. Y COMO POSTULA MICHEL: ¿QUÉ OPINA FRIGERIO SOBRE LA PRIVATIZACIÓN DE ENERSA?
