El nuevo escenario político de la provincia.
Qué harán los salientes a dónde apuntarán y a quienes apuntalarán como sus sucesores, aparecen los nombres de algunos familiares.
El gobierno de Sergio Urribarri cierra un año sin conflictos en lo político y lo institucional, resolviendo aquello que debían resolver, donde se encontraba su principal adversario interno en la Legislatura.
A lo largo del año se aprobó, por ejemplo, el fideicomiso para las viviendas de 300 millones, el crédito del Banco Nación para los productores agropecuarios, y la Ley de Turismo y el Presupuesto 2010 que seguramente saldrán antes de fin de año. Más allá de algunos retoques se puede decir que el año pasó sin demasiados sobresaltos ni costos políticos.
En definitiva, un año que se presentaba como muy conflictivo al principio, hoy se cierra tranquilo. Lo mismo ocurre en la mayoría de los municipios, principalmente los más grandes, donde se esperaba que exploten por sus deudas y por el reclamo salarial de los empleados.
Más allá de que siempre esté el peligro latente de lo que pueda ocurrir con el sector docente, algo que Urribarri de antemano está tratando de prevenir anunciando que el año que viene va a ser el año de la educación.
Un año 2010 con un nuevo escenario político, en el cual la mayoría de los intendentes emblemáticos de los municipios más importantes que fueran las espadas de Urribarri primero en el conflicto con el campo y luego en la dura interna que mantuvo con Jorge Busti, quedan fuera de la carrera electoral para 2011, por lo menos en lo que se refiere a su reelección, porque la nueva Constitución de la provincia los inhabilita para hacerlo.
Ahora aparece la incógnita de quién va a ser el candidato a intendente por el oficialismo de Chajarí al no poder ser Juan Javier García, lo mismo en Concepción del Uruguay con Marcelo Bisogni, en Nogoyá con Faustino Schiavoni, en Victoria con Cesar Garcilazo, en María Grande con Diego Lara, en San Benito con Ángel Vázquez o en Viale con Sergio Schmunk.
Más allá de que algunos, según lo que se comenta, podrían apuntalar a sus hijos en esa posición, como es el caso de Schiavoni a Lautaro o Vázquez a Angelito.
Futuro incierto para estos lugares clave en el oficialismo, más aún para los antes nombrados.
Aunque algunos de ellos conociendo la situación están trabajando en la formación de un candidato de la ciudad de Paraná para que acompañe en la fórmula a Sergio Urribarri en 2011.
En definitiva, un filósofo decía: “Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia”.
