Multitudinario acto.
El grueso de su extenso discurso estuvo centrado en el trazado de las líneas generales de su propuesta de gobierno para cada área y fueron pocas las referencias directas a la interna.
Con una importante demostración de fuerza, el ex diputado Fabián Rogel formalizó anoche su lanzamiento como postulante a intendente de Paraná.
Ante una concentración de militantes que desbordó la capacidad del salón de actos de la Casa del Partido radical de calle San Martín, el dirigente habló más como un candidato que como lo que en verdad es, un precandidato que aún debe sortear la interna para representar al partido en la elección general.
El grueso de su extenso discurso estuvo centrado en el trazado de las líneas generales de su propuesta de gobierno para cada área y fueron pocas las referencias directas a la interna. Una de ellas: reivindicó sólo dos gestiones de gobierno municipal radical, las que estuvieron a cargo de don Humberto Cayetano Varisco. Algo, por otra parte, previsible en el marco del enfrentamiento que ha tenido en los últimos años con el ex intendente Sergio Varisco, ahora también su rival para la candidatura radical al Ejecutivo municipal de la capital provincial.
Uno de los pocos momentos políticamente calientes llegó al comienzo de su discurso, cuando llamó a subir al palco a la ex diputada nacional, María Elena Herzovich, una incondicional del ex gobernador Sergio Montiel, a quien Rogel se jactó de haber defendido, como diputado, “sin haber sido funcionario, mientras muchos se callaban, siendo ministros al lado de mi banca”.
Acompañado, entre otros, por Luis Brasesco, Alba Allende, Oscar Cardoso, Rubén Ruiz, Alcides Mignione, y dirigentes de seccionales de la ciudad, Rogel se dedicó luego a esbozar los trazos gruesos de su proyecto para la intendencia, mientras a su costado, sobre la pared, se proyectaban fotografías de “la ciudad que no nos gusta”, o, como reiteró en varias oportunidades, “la ciudad que ha estallado”.
Paraná padece la ausencia de previsión para una ciudad que pasó de 100 a 300 mil habitantes, sin que se haya resuelto “uno solo de los problemas centrales en 28 años de democracia”.
Entre una larga lista de propuestas, habló de “recuperar, en el primer año de gobierno, la fe pública del contribuyente y el ciudadano en el estado municipal”, para lo cual prometió “trabajar desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche” y “llenar la función pública de buenos vecinos”, porque “no se puede ser un buen dirigente y ser un mal vecino”.
Sobre esa base, planteó avanzar en una reforma tributaria progresiva que, “radiografía económico y social del contribuyente” mediante, evite que “paguen más los asalariados”. “Así se cobra impuesto en Suiza, en Estados Unidos y en la China comunista”, proclamó.
En igual sentido, planteó igualar la “cantidad y calidad” de servicio público para todos los lugares de la ciudad y una obra pública “pensada en la gente”.
Prometió “poner bajo la lupa el transporte público”, porque “no concibo la idea de que existan empresas que dan pérdidas pero igual las tengo”.
En materia de política social pidió “disculpas por alguna gestión radical” –que no identificó– por el “abuso” en la materia. “No hay peor cosa que poner de rodillas a quien necesita algo del Estado”, dijo. Planea reclamar a la provincia un “fondo de reparación económica y social” para la ciudad que recibe flujos migratorios internos y eliminar la ayuda social directa, porque “cuanto más lejos de la dirigencia política, mejor”.
Entre los aspectos más novedosos, Rogel propuso crear un “consejo consultivo” de seguridad “donde el intendente tenga voz y veto sobre los jefes departamentales y de comisaría”.
Como una de sus consignas centrales, planteó recuperar las playas para generar 20 mil puestos de trabajo vinculados al turismo, y prometió una “alianza estratégica con los trabajadores” municipales.
Se mencionaron adhesiones de Juan Carlos Arralde, Jorge D Ágostino, Eduardo Lawri y Alvaro Guiffrey. El cierre estuvo a cargo de Jorge Méndez, que cantó “Yo soy de Paraná”.
