Todos miran a Paraná, fortaleza electoral de Busti.
La primera pulseada electoral en la que se medirá la fuerza de la estructura y el crecimiento de Urribarri ante la historia de casi 30 años de liderazgo que encarna Jorge Busti.
El primer test electoral entre el gobernador Sergio Urribarri y Jorge Busti en su camino para la gobernación 2011; uno buscando su reelección y el otro para recuperar el sillón que dejó en 2007.
Esta primera pulseada será con las elecciones gremiales en Vialidad la próxima semana en la que votan miles de trabajadores. Más allá de que participará gente de todos los rincones de la provincia, el grueso del padrón es de la capital.
Es decir que la mayor disputa se va a dar en Paraná, algo para tener en cuenta ya que justamente es donde Jorge Busti tiene su fortaleza electoral, y es una de las grandes preocupaciones de Urribarri tratar de emparejarlo o revertirlo.
Ya es conocido públicamente que hay una lista oficial (urribarrismo) que encabeza Juan Lallana con el apoyo incondicional del titular de Vialidad Jorge Rodríguez, y tanto en Paraná como en cada localidad de la provincia, dirigentes, intendentes y legisladores, que se identifican con el urribarrismo.
Por el otro lado, el apoyo de Jorge Busti a la lista de Santiago Gaitán también es de público conocimiento. Es más, fue a dárselo personalmente en un local de Gaitán en calle México de Paraná hace un tiempo, donde el ex gobernador tildó de régimen militar a la gestión del urribarrismo en Vialidad ante los demás integrantes de la lista que encabeza el senador, que también es apoyado por los senadores y diputados bustistas en cada zonal de la provincia.
Y ahora Busti se jugó con una carta abierta a los trabajadores viales pidiéndoles el voto diciendo: «Los insto a seguir luchando y que no se olviden que en la soledad de las urnas, no existen los patrones ni se compran la conciencia; ahí somos libres, voten por su propia dignidad que está en la Lista Celeste Nº 1, que conduce Santiago Gaitán».
La primera pulseada electoral en la que se medirá la fuerza de la estructura y el crecimiento de Urribarri ante la historia de casi 30 años de liderazgo que encarna Jorge Busti.
En definitiva, como dijera un filósofo: “Una vez terminado el juego, el rey y el peón vuelven a la misma caja”