Caso Brugna – Salas
Un conocido legislador, respetado como operador hoy del bustismo, dejó trascender que Brugna asumiría como diputado.
Hace un tiempo viene disputándose una pelea entre el dirigente Aníbal Brugna de Gualeguay y Cristina Salas por ocupar la banca en la Cámara Baja que dejó libre José Cáceres al renunciar para asumir como ministro de Desarrollo Social.
La definición de quién ocupará el lugar vacante en la Cámara de Diputados, si Brugna o Salas, la tiene la Junta Electoral, en la que la mayoría de sus integrantes guardan algún tipo de relación con Jorge Busti.
El procurador general de la provincia, el Dr Jorge García, según comentaba este conocido legislador muy respetado como operador político y armador, fue designado cuando él ocupó una banca en el Senado e integraba la comisión de acuerdo.
Así, el nombramiento de Jorge García en la Justicia, fue debido a un pedido realizado por Jorge Busti, en ese momento gobernador de la provincia, y el intendente de Paraná José Carlos Halle, que ocupaba el cargo de secretario de Justicia.
Por lo tanto, el dictamen de García, daría indicios de la posición que tomaría el ex gobernador en la Junta Electoral de la provincia dejando de lado el factor sorpresa.
Más allá de que las relaciones de Urribarri y Busti están en su peor momento, y ni hablar dentro de sus primeras, segundas y terceras líneas.
Los cruces entre el ex y el actual incluyen incluso denuncias que rozan lo judicial, situación que meritó que algunos mediadores intentaran acercar las partes para evitar un cruce de acusaciones y revoleadas de medias que se transformarían en un verdadero chiquero.
Por lo tanto, aunque la junta electoral no ha tomado aun una definición, no sorprendería para nada lo expresado por este operador cercano: que Brugna asumiría como diputado provincial relegando Jorge Busti a una de sus principales referentes, Cristina Salas.
Esto no quitaría que Urribarri vaya por los intendentes como fue, luego por los senadores que también lo hizo, y ahora apunte a quebrar la Cámara de Diputados como marcan los libros del poder en política.
En definitiva, como dijera un filósofo: «La única manera de ser seguido es correr más deprisa que los demás».
