Llamó a una «rebelión del justicialismo»
Además el candidato a presidente por UP dijo que “es hora de que me escuchen, este gobierno no es invencible sino que tiene cada día más debilidad electoral, hay un derrumbe electoral del oficialismo, llega un momento en que la gente se harta y dice basta”.
Durante su corta visita a Paraná, a donde arribó para presentar su cuarto libro sobre la problemática de la drogadicción en la Argentina, Duhalde ratificó la alianza conformada en Entre Ríos con Armando Saliva y confirmó que las boletas nacional de la Unión Popular y provincial del PRO irán pegadas en las primarias del 14 de agosto.
“Tenemos también otra lista que es Partido Popular de la Reconstrucción (PPR) que no lleva candidato a gobernador, y no está todavía bien seguro el nombre que va a tener en las boletas provincial y municipal”, explicó.
Tras el triunfo de Macri en Capital Federal y la expectativa que genera Miguel del Sel en Santa Fe, el ex presidente opinó que “hay evidentemente un derrumbe electoral del oficialismo” y lo asoció con la idea de que “llega un momento en que la gente se harta y dice basta”.
También acusó al gobierno de Cristina Fernández de ejercer “una violencia verbal permanente” a través del uso “capcioso” de los medios del Estado.
A la vez cuestionó: “Por qué pelearnos con todos. Primero se pelean con Duhalde, debe ser porque lo elegí candidato a Néstor Kirchner o porque creían que tenía poder, después atacaron a la Iglesia, porque un obispo tuvo una actitud aparentemente descomedida, y después al campo, cuando estos sectores fueron los que pusieron el hombro cuando el país se derrumbaba. Ahí empezaron utilizando a los muertos que no son de ellos, de la dictadura militar, cuando en realidad la gente, anhela justicia. Basta de violencia y de violencia verbal que es muy mala consejera”, continuó. En ese marco mencionó lo sucedido en las últimas horas con el caso Noble Herrera: “Hoy nos enteramos que la apropiadora, la señora de Noble, no era apropiadora, pero fue atacada durante 10 años”.
Y dedicó un párrafo al conflicto sobre la pastera: “Entre Ríos sufrió mucho con las pasteras, y este tema se resolvía con la diplomacia presidencial, tomando mate el presidente de Uruguay con el presidente Argentino. Pero no hay diálogo, tampoco en el plano internacional”.
Sin contacto con Busti
Duhalde también respondió a la consulta de los medios sobre su relación con Busti: “De Jorge tengo el pensamiento de siempre, él toma su decisión y yo lo respeto”, dijo, pero admitió que no mantiene contacto con el candidato del Frente Entrerriano Federal.
Tampoco habló de captar los votos del bustismo. Apeló, en cambio, a “una rebelión del justicialismo que estoy convocando en todo el país”, por entender que “el justicialismo ha sido humillado por este gobierno”.
Votos de la oposición
El ex gobernador bonaerense aclaró sus dichos acerca de que la oposición debe tener un único postulante a la presidencia, es decir aquel que saque más votos en las primarias del 14 de agosto.
“Esto no es una cuestión de dirigentes, no es que un partido se pueda bajar, porque un candidato a presidente tiene una estructura que empieza por 3 mil intendentes, concejales y diputados nacionales y provinciales, entonces bajarse sería entregar a toda esa gente que confió. Lo que yo digo es que el pueblo por encima de los dirigentes va a poner una avalancha de votos en aquel que vean con más posibilidades de ganarle al gobierno. Esto es lo que va a pasar”.
Prevenir
Duhalde presentó este sábado su libro, junto a la licenciada Patricia Caro, experta en bioquímica forense y master en drogodependencia. Lo acompañaron también el candidato a diputado nacional, Héctor Strassera y el candidato a gobernador del PRO, Armando Saliva.
En su alocución, Duhalde explicó que el libro está planteado desde la perspectiva de la “prevención de la drogodependencia”, a través de la conformación de organizaciones multipropósitos y la formación de 25 mil líderes para el cambio.
Planteó “cambiar el pensamiento de los chicos” a través de la docencia y pensar la drogadicción “como una enfermedad”.
Duhalde reconoció que “no fui escuchado” cuando en sus tres libros anteriores comenzó a advertir sobre este flagelo, y por eso el nombre del libro “Es hora de que me escuchen”. No obstante reconoció que en este tema: “No puedo cargar tintas sobre este gobierno porque sería injusto”.
