Mientras confirman a Rodríguez
En la mira, además de algunos funcionarios, está el jefe zonal de Diamante, Isaac, el de Cerrito, Ramírez, y el de Chajarí, Álvarez, y también le apuntan al de Seguí.
Después del fracasado intento de colocar al ingeniero Jorge Rodríguez en un cargo nacional, los mentideros de vialidad sostienen que el mismo Rodríguez hacia fuertes promesas para quedarse en Paraná, para no mudarse, inclusive algunos afirman que había viajado a Corrientes a un santuario muy conocido para hacer una ofrenda.
El mismo es muy conocido por sus milagros y al que recurren gente de la farándula, periodistas y muchos políticos. Un hecho muy comentado fue que un legislador ofrendó tener sexo con su novia en el auto en una noche fría de invierno para ser reelecto pero parece que esta actitud no le cayó bien al santo porque el hombre no logró su cometido.
Esto salió a la luz porque la gente que custodia el lugar vio el auto que se movía y con los vidrios empañados y fueron a investigar temiendo que se tratara de un fantasma pero encontraron al legislador, que se identificó como tal, realizando esta particular ofrenda.
No se sabe qué sacrificio está dispuesto a realizar Rodríguez o si seguirá los pasos de ese legislador, pero parece que por ahora el santo cumplió y Rodríguez se queda, aunque algunos sostienen que esto no sería definitivo.
Más allá de que se reconoce que Rodríguez ha hecho una buena gestión al frente de vialidad, dan por cierto que dentro de tres o cuatro meses podría emigrar a un cargo nacional.
Pero ahora surge otro problema de cuestionamientos de varias juntas de gobierno, que comienzan a criticar fuertemente a sus jefes zonales, como es el caso de Isaac en Diamante, Víctor Ramírez en Cerrito, Arturo Álvarez, de Chajarí, y el de Seguí, Pereira.
Según los mentideros, otros exigirían que comience la rotación de jefes zonales cada tanto porque en el corto tiempo le encuentran la vuelta “AL NEGOCIO”.
Lo que piden es imitar a las empresas estadounidenses que rotan a sus ejecutivos para evitar tentaciones y hechos de corrupción, lo mismo se ve en la Argentina, en los bancos, que cada determinado lapso de tiempo rotan a sus gerentes para evitar estas mismas situaciones.
Más allá de que en apariencias ronda la tranquilidad en vialidad al quedarse Rodríguez, amenaza con convertirse en un hervidero ante denuncias cruzadas sobre algunos “manejos” de corrupción de algunos funcionarios y jefes zonales.
En definitiva, como dijera un filósofo: «cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto».