Para recaudar, hay que nombrar y silenciar
“Que la cuota alimentaria la pague el fisco” retumbaba en los mentideros del organismo recaudador.
En el importante organismo recaudador se armó un gran revuelo en los mentideros. Parecería que el titular del ente, casado el hombre pero, según se dice, separado hace poco, estaría intentando rehacer su vida junto a una joven pareja.
Lo que se rumorea es que, para evitar escándalos y conformar a su mujer, radicada en un pueblo del centro de la provincia, la designó en un importante cargo del organismo, dejando así los remedios.
Según los mentideros, el haber aumentado la recaudación a través de una fuerte presión tributaria le habría permitido al hombre algunas libertades, en este caso, comprar el silencio de su ex para poder tener una nueva relación.
Aparentemente, para mayor recaudación se necesitaría más personal, y qué mejor que matar dos pájaros de un tiro. Así, el titular del organismo, para acrecentar las arcas provinciales, evitarse reproches y lograr mantener el silencio, nombró a su ex en el organismo.
De este modo, el hombre se ahorra que algún despecho de quien es todavía su esposa le haga pasar un mal rato. Debido al buen presente que está pasando el organismo, el titular del ente puede darse el lujo de nombrar al personal que él crea más idóneo y conveniente.
Entre la recaudación y su joven pareja, el hombre está muy ocupado como para hacerse cargo de su ex. Es por eso que en los mentideros retumbaba la frase “que la cuota alimentaria la pague el fisco”.
En definitiva, como dijera un histórico dirigente del PJ de Gualeguaychú, el «Gaucho» Rodríguez: «no alcanzó a engordar que ya está mostrando la grasa».
