El diputado nacional presentó un proyecto para disminuir el impacto impositivo sobre los trabajadores.
El diputado nacional Fabián Rogel presentó hoy en la Cámara de Diputados un proyecto por el cual se modifica el monto subiéndose el importe del mínimo no imponible por el cual los trabajadores deben hacer el aporte del Impuesto a las Ganancias.
Concretamente, se propicia la modificación de la cuarta categoría de la Ley del Impuesto a las Ganancias Nº 20.628.
De ese modo se busca disminuir el impacto impositivo sobre los trabajadores y “reestablecemos criterios de equidad social y progresividad tributaria en la aplicación del impuesto, de cuyo alcance –dijo el legislador– quedan excluidos los niveles más bajos de la pirámide salarial. Así se aliviana la presión tributaria sobre los estratos de ingresos medios y, recogiendo otras iniciativas parciales de mi bloque, excluye a las jubilaciones, a excepción de las que correspondan a regímenes de excepción, salvo los originados en situaciones de vulnerabilidad social que, por supuesto, también son excluidos del impuesto”.
El proyecto contempla además una actualización acorde con el nivel de incremento salarial y, fundamentalmente modifica el sistema de la llamada tablita que fuera cambiada por el gobierno de Néstor Kirchner y por el cual, explicó el legislador, se consideró a los asalariados como una vía más de recaudación de impuestos, cual si fueran una empresa generadora de ganancia.
“Esta situación –dijo el diputado radical entrerriano– se agrava aún más y se convierte, junto con la inflación, en un doble impuesto a la clase trabajadora”. Rogel sostuvo que “el concepto impositivo al cual el gobierno nacional no quiere avanzar debe estar conducida por el paradigma de que el que más gana más paga”.
“En este sentido no decimos que determinados niveles salariales no deben ser incluidos dentro de lo que son los aportes al Impuesto de Ganacias, sí decimos que frente al impuesto a la inflación debe observarse muy cuidadosamente en qué niveles salariales se provoca el corte para comenzar a cobrar ganancias. Puesto que lo que podría ser un sistema justo, solidario de aporte de determinados sectores salariales, termina siendo otra forma de recaudación por parte del Estado, en este caso nada menos y nada más que el salario de los trabajadores”, agregó.
Hizo notar el legislador que mientras en el año 2001 el 6,06% de la población trabajadora formalizada abonaba el impuesto a las ganancias, 10 años después, en el 2011, lo abonaron el 10,79% de esa población laboral.
Finalizó Rogel diciendo que “cualquier paritaria por más beneficiosa que sea con la inflación y con el impuesto a las ganancias son licuados casi de manera instantánea”.
