El diputado nacional Fabián Rogel presentó un proyecto que propone que no se comercialicen los excedentes de las editoriales nacionales y extranjeras, sino que ese monto se destine a bibliotecas».
“Así como publicar un libro, tiene que ver con un acto de conocimiento, de difusión de ideas, ficciones y propuestas de diversa factura, destruirlo supone abjurar de esos actos y fracturar de alguna manera esa manifestación de cultura, cercenarla, impedir que las ideas se discutan y que las ficciones puedan generar otras y promover todos aquellos interrogantes, que como decía Sábato tienen que ver con el hombre y el devenir de las personas”.
“La destrucción de libros no es algo novedoso, pero en la modernidad, esa actitud dañosa se refleja en criterios estrictamente comerciales, donde priman los intereses de las editoriales y en muchos casos el de los autores”.
“Salvo excepciones, la mayoría de las editoriales destruyen aquellos libros que no se venden o que han dejado de cubrir las expectativas de ventas futuras. Como contrapartida a ello en nuestro país existen cientos de bibliotecas públicas en todo el territorio nacional, que carecen de materiales por razones de presupuesto, y exhiben un pobre repertorio bibliográfico que no alcanza a satisfacer a los consultantes”.
“Entendemos que no puede aceptarse en modo alguno, que esos instrumentos fundamentales de la cultura que son los libros sean destruidos, pero también somos conscientes que no podemos decidir sobre cuestiones inherentes a empresas privadas, que supuestamente verían afectadas su rentabilidad, si tuvieran que hacerse cargo de aquellos excedentes bibliográficos que no tienen manera alguna de colocar. En razón de tal circunstancia, creemos que la solución buscada en el proyecto, evita todo perjuicio económico a las editoriales, y por otro lado contribuye a enriquecer el patrimonio de nuestras bibliotecas, que son herramientas fundamentales del conocimiento”.
“Dado que los libros están exentos del Impuesto al Valor Agregado, recibiendo un beneficio, que contribuye a la difusión de las producciones culturales, resulta importante, que las editoriales, sin verse económicamente perjudicadas, contribuyan con su aporte al enriquecimiento del acervo de las bibliotecas públicas del país y de aquellas bibliotecas que sin serlo, pertenecen a organizaciones no gubernamentales y se encuentran abiertas a la consulta de los interesados en sus materiales. Tampoco existe perjuicio alguno que se ocasione a los autores en la normativa propuesta, ya que sus obras se incorporarán a las bibliotecas para lectura de todos, sin que exista la posibilidad que vuelvan de alguna manera a los circuitos comerciales de donde ha sido su voluntad sacarlas”.
“En razón de los fundamentos expuestos, solicito a mis pares se sirvan acompañar este Proyecto de Ley”.
Diputado Nacional Fabián Rogel
