Se enteró, la cerró y los rajó
Innumerables y continuas irregularidades cometidas en la Escuela Granja, que hacía tres años no funcionaba como establecimiento educativo, llevaron a cerrarla.
Hace tres años que la Escuela Municipal Granja de Paraná no funciona como establecimiento educativo, sin embargo seguía funcionando la panadería y la cría de lechones y pollos.
Pero, se han registrado innumerables denuncias por hechos vandálicos incontrolables en la escuela que, según afirman los mentideros, habrían llevado a las autoridades municipales a cerrar el establecimiento.
Hace unos meses atrás, habrían desaparecido 9 mil pesos de la venta de huevos y lechones de la escuela.
Además, se ha acusado al funcionario encargado del establecimiento de robarse los materiales que le pertenecen. De hecho, aseguraban que él mismo se encargaba de retirarlos de la Dirección Municipal de Suministros.
Pero esto no sería todo, ya que no sólo se habrían robado los animales del establecimiento criados para la venta, sino también el gas oil del horno de la panadería.
“Si se entera Blanca (por Osuna) los raja. A ella no le gustan estas cosas”, repetía, indignada, una empleada de carrera hace unos meses.
Parece que finalmente Blaca se enteró de los hechos bochornosos y del “viva la pepa” que estaban teniendo lugar en el establecimiento, ya que desde el Municipio se dio la orden de cerrar la escuela.
De las treinta personas que prestaban funciones en el establecimiento, a través del decreto 1390, unas quince pasaron al Vivero Municipal (que está en el mismo predio que la escuela pero separado por un calle interna), seis fueron al nuevo Cementerio Municipal (en Lebensohn al final), dos trabajarán en Tránsito y el resto seguirá en la panadería, que seguirá funcionando pero en otro lugar.
Pero, a raíz de la decisión de cerrar el establecimeinto, los concejales Gustavo Guzmán (del FPV), Miguel Ángel Retore (de la UCR) y Marcelo Haddad (del Socialismo), pidieron un pedido de informes de la Escuela Granja.
Al parecer, según dichos de la empleada, al enterarse Blanca Osuna, no solamente los rajó a todos sino que también cerró el establecimiento.
