Barrios Privados sin privacidad
Criticas y discurso de exclusión y discriminación entre los de adentro, los de afuera y los beneficios de estar de un lado del mostrador y a la vez del otro.
El ejecutivo Municipal elaboró un proyecto por el cual se prohíbe la instalación de barrios cerrados y clubes de campos en la ciudad, el mismo fue presentado al Concejo Deliberante para su aprobación.
Este proyecto fue difundido por las autoridades municipales en los últimos días en los dos matutinos de la ciudad de Paraná.
Entre los fundamentos del proyecto, desde el gobierno municipal, sostienen que evitando la construcción de los barrios privados se impedirá la “exclusión”, el “odio” y la “violencia”, dejándose entrever que por la ubicación y por las características del modo de vida que se lleva dentro de dichas construcciones se genera una desigualdad entre los habitantes de “adentro” y de “afuera”.
Es sabido que este tipo de complejo de viviendas tienen la particularidad de estar construidos en zonas que por su ubicación se presentan como un privilegio, en donde los terrenos presentan grandes proporciones de metros, construyéndose en los mismos grandes viviendas, que son elegidas por sus compradores por su tranquilidad, paisaje y por la seguridad que brinda la zona.
En cuanto a su comercialización, es también conocido que existe una empresa, generalmente una sociedad que es propietaria de la extensión total de los lotes, que a su vez administra la misma o que delega su administración a alguna otra persona o empresa.
Luego de resultar las críticas sobre estos complejos de viviendas, además se mencionó que actualmente existían cuatro emprendimientos que estaban en distintas etapas de construcción y gestión en la ciudad.
Asimismo, el Municipio detalló la ubicación y denominación de tres de estos emprendimientos, pero hizo apenas un pequeño comentario sobre el cuarto, mencionando sólo que se ubica en calle López Jordán, el mismo sería el denominado “Santa Cándida”.
En ese complejo de barrios privados, que se encuentra en la zona El Brete, cada lote de unos 1000 mts2 estaría valuado en una suma de 75.000 dólares.
Según comentaban desde el municipio, uno de los propietarios de dos lotes de ese country sería el gerente del Diario Uno, Alejandro Cartasso, y allí estaría construyendo su casa o mansión.
Es más, irónicamente repetían que a Cartasso no le habría causado mucha gracia tener que publicar en su propio medio que la forma de vida de los habitantes de estos barrios genera exclusión, odio y violencia, en definitiva, que discrimina, como así tampoco le habría agradado que se deje al descubierto su privacidad y sus inversiones.
Pero los comentarios no terminaron ahí, sino que también se apuntó a la administración del emprendimiento, la que estaría a cargo del estudio jurídico de los actuales diputados Bargagna y Reggiardo.
Vaya paradoja: en reiteradas oportunidades tanto una como el otro se han manifestado públicamente en contra de la construcción de tales complejos privados. Es más, han convocado y encabezado marchas de protesta en contra de estos countrys, recurriendo a medios nacionales para cuestionar y criticar la construcción de los mismos, tratándolos de excluyentes.
Si es verdad lo que se blanquea entre los funcionarios municipales, se deja en claro que en ciertas oportunidades es buen negocio estar de un lado del mostrador y otras veces protestando desde otro.
