«Del ridículo no se vuelve», comentaron irónicamente
Cuando le dijeron que tenía que cerrar el acto con las palabras de D’Agostino, Sanabria dijo “aquí hablo yo y vamos al sorteo”, ante un salón colmado de la seccional 4°.
La semana pasada, a salón lleno, el Comité Radical de la seccional 4º realizó un locro en homenaje a los trabajadores.
Entre las autoridades y funcionarios del partido estuvieron presentes Jorge D’Agostino, presidente del distrito entrerriano de la UCR, el diputado provincial y presidente del bloque radical, Agustin Federik, como así también Antonio Tardelli y su yerno, el ex presidente de la seccional anfitriona, Pablo Bertellotti, el Diputado Nacional Fabion Rogel y la gente de Varisco, entre otras autoridades departamentales y dirigentes.
Uno de los grandes momentos de la noche el sorteo de una rifa que se realizó entre los presentes, cuyo premio principal fue una torta, que vaya casualidad la ganó el ex presidente de la seccional Pablo Berellotti, quien ante la sorpresa de tener el numero ganador se pronunció con «Cuco guardala vos», refiriendose a su yerno.
Al momento de dar las palabras alusivas por el Día del Trabajador, algunos presentes le sugirieron al actual presidente de la seccional, Luis Sanabria, que al acto lo cerrara el presidente del partido que estaba presente. Sin embargo, Sanabria contestó “acá habló yo y después vamos al sorteo” (refiriéndose a la rifa), dejándolo pintado a D’Agostino, ante la mirada burlona del salón lleno.
Así, según los mentideros, D’Agostino, que tuvo que mirar el discurso con la cabeza gacha frente a la mirada de los presentes, en la posición ridiculizante en que lo puso su correligionario Sanabria. Este último desconoció su autoridad, dejando la impresión que fue compartida por la gran mayoría de los presentes.
De esta manera a D’Agostino, que tenía pretensiones de estrenar su cargo con un gran discurso en una de las seccionales mas fuertes e histórica de la ciudad, no lo dejaron hacerlo.
Se escuchó a uno de los históricos dirigentes presentes exclamar por lo bajo: “Uhhh, del ridículo no se vuelve”.
