Cristina Kirchner: «No voy a tolerar la extorsión de nadie».

La Presidenta encabezó un acto en Bariloche, donde inauguró obras en el Instituto Balseiro; la mandataria aprovechó la oportunidad para referirse a los incidentes que hubo en la tarde de ayer en la estación Constitución, en Capital Federal, donde personas arrojaron piedras y quemaron parte del mobiliario urbano.

Cristina Kirchner encabezó hoy un acto en Bariloche, en el que se refirió -aunque sin nombrarlo- a los incidentes que hubo en la tarde de ayer en la estación Constitución, donde decenas de personas arrojaron piedras y quemaron parte del mobiliario urbano. Los disturbios se produjeron en el marco de un paro de trenes anunciado por el gremio La Fraternidad, y el Gobierno no vaciló en vincular ambos hechos.

La mandataria pidió “respetar los derechos” y “permitir que cada uno ejerza su libertad, que alguien no tenga el problema de que de repente le corten una calle o un servicio se interrumpa sin ningún tipo de explicación, generando problemas en gente que quizás gana mucho menos de los que están haciendo lío”.

«No puede ser que estemos sometidos a núcleos de extorsión», dijo. «No voy a tolerar la extorsión de nadie», añadió.

La jefa de Estado indicó en ese sentido que la gestión kirchnerista ha «soportado presiones terribles», entre las que mencionó la disputa que mantiene el Gobierno con los tenedores de bonos de deuda. Con esos ejemplos dio a entender que el Ejecutivo no cedería ante las protestas de los conductores de trenes.

“Es muy bueno que los sindicalistas luchen por los derechos de sus afiliados, pero quiero decirles que son los mismos sindicalistas de hace 20 o 30 años que cuando el pueblo se moría de hambre no pasaba nada”, se quejó.

“Nadie más que nosotros ha luchado por recuperar el poder de los trabajadores sindicalmente organizados”, aseguró, y recordó que se restauraron los convenios colectivos de trabajo y desde hace 10 años se reúne el Consejo del Salario.

La huelga fue decretada de manera sorpresiva en el mediodía de ayer por La Fraternidad, que alegó un reclamo por el incumplimiento en el pago del aguinaldo. Sin embargo, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, aseguró que el paro obedecía a la negativa del gremio a aceptar la instalación de cámaras de filmación en las cabinas de los motorman. El funcionario dijo además que iniciaría acciones legales contra esa entidad y su titular, Omar Maturano.

Durante el acto, Cristina defendió además el traslado de la estatua a Cristóbal Colón que se encuentra detrás de la Casa Rosada (ver nota relacionada). Tras dejar Bariloche, tenía previsto partir a Bolivia, en donde los jefes de Estado miembros del bloque se reunirán para analizar la negativa de países europeos a permitir que el avión de Evo Morales aterrice para cargar combustibles, bajo la sospecha de que podía transportar a Eduard Snowden.

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