Otra baja: ahora Torres
El gobernador de la provincia visita e inaugura obras junto a intendentes radicales, algo que molestaría mucho al diputado nacional pero también a algunos peronistas.
En la recta final hacia las elecciones primarias de agosto, el gobernador Sergio Urribarri se ha puesto la campaña al hombro y está visitando y recorriendo varias ciudades de la provincia.
Tras haber presentado a los precandidatos a legisladores nacionales en Viallaguay y Paraná, Urribarri visitó varias ciudades y el lunes pasado estuvo en Gobernador Mansilla y en Federal, entre otras.
En Federal, Urribarri abrió las puertas de un nuevo jardín de infantes acompañado por el intendente Felipe Torres, quien acompañó a Atilio Benedetti en las pasadas elecciones internas de la UCR.
Por otra parte, en Mansilla, el gobernador inauguró junto al intendente radical Omar Migueles la red de gas natural y una sala de rayos para el hospital y en su discurso afirmó que “acompañado de peronistas, radicales, independientes, estamos haciendo una provincia distinta”.
Estas palabras del gobernador y las actitudes de los intendentes de la UCR no fueron bien recibidas en el seno del radicalismo, ya que por un lado, desde la oposición plantean que faltan obras y por el otro las inauguran junto a Urribarri.
La semana pasada Benedetti había acompañado a los candidatos a legisladores por la UCR en un acto en el comité departamental de Federal, en el que criticó al gobierno provincial y nacional.
Si bien en ese encuentro agradeció a Felipe Torres “por la militancia y por su compromiso con la ciudad y la provincia”, la visita del gobernador al intendente de esta semana habría causado el enojo del diputado nacional.
Pero esto no sólo causó malestar en la oposición, sino que también ofuscó a algunos intendentes peronistas, como Daniel Rossi, de Santa Elena, quien le hizo saber su descontento al gobernador por la falta de espacios políticos y de obras en un acto en La Paz y causó un gran revuelo.
Cuando queda menos de un mes para las PASO, tanto oficialistas como opositores arman sus filas. El gobernador, con su mensaje de amplitud logra, por un lado, sumar nuevos sectores y, por el otro, generar discordias y disgustos en la oposición.
Por su parte, en el radicalismo, que esperó hasta último momento la posibilidad de concretar una alianza y finalmente se lanza sin conformar frentes, comienzan los reclamos y las echadas en cara.
