Cambiando caballo por lancha
Comentan desde los pasillos del PJ que el ex líder indiscutido del peronismo entrerriano se desespera al ver que ya golpeó casi todas las puertas de la política y se va quedando sin alternativas.
El hombre que pudo gobernar la provincia solamente pagando los sueldos de los empleados públicos empieza a desesperarse luego de la aparición de los spots publicitarios y los primeros números de las encuestas a la vista.
Algunos que todavía lo frecuentan no dejan de sorprenderse de sus cambios de humor, nunca sonriente, pasa las horas con el teléfono gruñendo a los pocos que aún lo soportan. Así les ha dicho que las acciones de Francisco de Narváez se desvalorizaron rápidamente. «Va a entrar cuarto en agosto y en octubre saca el 5 %», sostiene.
Pero entre tanta estrategia, alguien llegó al oído del viejo líder para sugerirle que se despegue rápidamente y elija otro camino.
Por esas cosas de la vida, quizá por estar acostumbrado a vivir al borde del río, un intendente del norte entrerriano, de fluidos contactos con la nueva esperanza blanca de la derecha argentina, Sergio Massa, le habría sugerido al ex líder que considerara cambiar el caballo por una lancha y rumbear por el delta hacia Tigre en busca de una audiencia.
El hombre de las mil batallas, quizá más lento pero con los reflejos intactos, de inmediato puso en funcionamiento sus redes clandestinas para igualar la hazaña de Aníbal Vergara y lograr la “foto que respira”, ya que lo que necesita no es hablar, sino conseguir oxígeno para seguir.
La operación involucraría también al líder del gremio de camioneros Hugo Moyano, que cuenta con pésima imagen pública y cuyos actos no movieron el amperímetro. Con ambos, más José Manuel de la Sota y Claudia Rucci, habían jurado fidelidad en Córdoba al Nuevo Peronismo como instancia hacia el 2015.
Inclusive en Entre Ríos el hombre llegó mucho más lejos cuando no dudó en arreglar con el candidato de Mauricio Macri, cosa que no hicieron ninguno de los otros referentes.
