Cerraron los prostíbulos y habilitaron los Concejos, sin salvación
Según los mentideros el alto funcionario y una empleada pública estarían involucrados en un escándalo, consumando el acto sexual en un lugar “honorable”.
Arden los mentideros en General Campos y no tardaron en correr la bola hasta expandirse en la costa del Paraná, es que según parece, a través de una radio local este martes, se hizo pública la denuncia y creció el comentario entre los parroquianos. En concreto, lo que se rumoreaba es que se habría utilizado el templo sagrado de las ordenanzas para saciar los más bajos instintos.
Puntualmente, se señala que el viceintendente Enrique Mohr, habría cometido el gravísimo error. El funcionario público, votado por el pueblo, habría mantenido relaciones sexuales en reiteradas ocasiones en el seno mismo del Concejo Deliberante; y se dice que fue con una empleada pública, que cobraría un sueldo de la Municipalidad de General Campos.
La indignación que causaría este acto de índole privado se daría en que se habría utilizado el recinto en donde se redactan las normas que deben regular a la localidad para satisfacer los placeres de la carne. Aquí es donde se cruzaría la delgada línea de lo privado a lo público.
En tanto, según se supo, en un programa el propio Mohr habría admitido el hecho y habría reconocido que no solo habría utilizado el Concejo Deliberante sino que también lo habría hecho en la sede partidaria del PJ.
Los más cercanos a Mohr cuentan que le habría caído como un balde de agua helada cuando habría sido puesto al descubierto por el esposo de la funcionaria; y desde ese momento atravesaría un “bajón” anímico importante ante tamaña falta institucional que habría llevado a cabo, sin pensar en las consecuencias posteriores.
Según relatan, varios concejales habrían sido puestos en sobre aviso acerca de este tema y esperaban que desde los medios se dé a conocer públicamente el hecho para tomar cartas en el asunto.
Mas allá de que familiarmente le genera un quilombo importante, electoralmente le suma muchísimos votos ya que ante los ojos de la sociedad machista ha demostrado, seguramente, poseer los dotes necesarios para una realizar una buena actuación sexual, y también es indudable que tanto el alto funcionario como la empleada publica poseen un muy buen estado físico, mucha elongación y sobretodo muchísima imaginación a la hora de practicar el acto sexual.
