Oscuro escenario.
Dos fuerzas políticas, ambas centenarias, una con muchos más triunfos que la otra que logró en la provincia un auge importante en el 2011, cuando a la primera también la alcanzó la derrota.
Con los números oficiales en la mano y escrutadas la totalidad de las mesas, los grandes derrotados en las elecciones fueron el Frente Amplio Progresista y la Unión Cívica Radical.
El FAP, con una gran elección alcanzada en el 2011, donde consiguió tres escaños en la cámara de diputados provincial y varios concejales en los distintos municipios de la provincia, en las pasadas elecciones del domingo perdió casi 5 puntos con respecto a las PASO del 11 de agosto, pasando a ser la 4º fuerza, muy lejos de la 3º, lugar que ocupó en aquel año.
Indudablemente que colgarse del saco de Binner, empapelando la provincia con su foto y teniendo todas las semanas su presencia en la capital, ya no le sirve a nadie, o por lo menos a la dirigencia entrerriana, y es que si bien obtuvo una muy buena elección en Santa Fe, a nivel nacional su imagen decreció notablemente, repercutiendo directamente sobre los candidatos de ésta fuerza política.
Lo mismo, pero con mayor gravedad teniendo en cuenta el histórico bipartidismo y su constitución en 2º fuerza política en la provincia, habiendo, ni mas ni menos, gobernado la misma, sucedió en el radicalismo, donde descendió a un lugar impensado, quedando 3º, perdiendo casi 3 puntos en relación a las PASO.
Sin dudas que el denominado “voto útil” hizo estragos tanto en el FAP y la UCR, dirigiéndose el mismo hacia el oficialismo cuando todos pensaban que el mismo se iba a dirigir para Alfredo De Angeli.
La lectura que deja el domingo no puede ser otra que la peor elección del radicalismo en la historia, demostrando que Atilio Bendetti no conduce y que en consecuencia no lo acompañó ni la dirigencia ni la militancia, poniendo al centenario partido en un muy oscuro escenario.
La realidad demostró que no hubo movilización, no hubo reparto de boletas, no hubo trabajo en el centenario partido, no hubo bajada en los barrios, las caminatas dejaron mucho que desear, es más hasta en el cierre de campaña el primer candidato a diputado, Jorge D`Agostino, único que logró llegar al congreso nacional, abandonó la caminata asustado por dos militantes.
Indudablemente la lista del radicalismo, no entusiasmó a nadie, ni a sus propios militantes, evidenciando que la soberbia de la dirigencia y de los candidatos en el armado, repercutió de la peor manera posible, perdiendo de manera drástica hasta los bastiones radicales de siempre.
Y es que el enfrentamiento del primer candidato a senador con la dirigencia radical sobre su forma de conducción y sobre el armado de listas, desde la primera hora puesta en duda por la mayoría de los correligionarios, se trasladó a la gente, a la militancia, haciéndole perder a la UCR no solo los votos sino también el mote de 2º fuerza e histórico rival del oficialismo en la provincia.
