Aguante la Caja.
El vocal del Superior Tribunal y presidente de la Sala Laboral, que destinó la mayoría de los aportes a la nación, este año lograría acogerse a la jubilación pero con la caja más generosa: la provincial.
Luego de conocerse la modificación en la Presidencia del máximo tribunal provincial, donde por votación de sus pares quedó designada la Dra. Claudia Mizawak, el STJ sigue dando de qué hablar.
Así, según lo que comentan en los pasillos del alto cuerpo de justicia, uno de sus miembros tendría todas las intenciones de acceder al beneficio jubilatorio provincial que por dicho cargo se percibe, pero habría sufrido algunos inconvenientes.
Los mentideros judiciales del tercer piso del palacio de justicia aseguraron que el concordiense por opción, ex diputado nacional y actual vocal y presidente de la sala laboral del STJ, Bernardo Salduna, hace un tiempo tiene serios deseos de pasar a la pasividad pero con la caja provincial, teniendo un impedimento legal para hacerlo.
Y es que, aseguraron aquellos mismos mentideros, el vocal del Superior Tribunal, si bien se excedería en los nacionales, no tendría los años de aportes necesarios en la Caja Provincial, siendo la ley, la que con tanto ahínco ha defendido por años, hoy se ha constituido en un obstáculo insalvable, por ahora, para acceder a su tan ansiada pasividad.
La cuestión representa un gran berenjenal para el ministro, porque el mismo posee más años de aportes en la nación que en la provincia, y la ley provincial previsional requiere que sea al revés, porque así como está hoy en la realidad, debería percibir de la caja nacional, y pasaría a cobrar tres veces menos de lo que se percibe con la caja provincial. Siendo esta la razón para que el Dr. Salduna, no lo haya hecho hasta acá.
Más allá de esto, el vocal del STJ, no estaría muy lejos de acceder a los aportes provinciales necesarios, especulando algunos que podría obtenerlos este mismo año.
Para la vacante que deja Salduna se comenta que ya existen dos firmes candidatas: una, actual funcionaria provincial y la otra, legisladora.
Una vez más, y a pesar de que muchos critiquen el déficit de la caja y de que todos los gobiernos provinciales hayan puesto su granito de arena para que la misma sea deficitaria y que ninguno haya querido asumir el costo político de corregirlo, queda en evidencia que la misma sigue siendo la elegida a la hora de jubilarse, ya que resulta ser la más generosa.
