Guillermo Federik: “Paraná está teniendo un 90% de suministro normal de agua”.

“Las bombas que están en la toma están en el fin de su vida útil”

“La emergencia decretada nos habilita a disponer de fondos para el sistema de captación de agua cruda; estamos encaminados a una solución definitiva”.

“La situación está normalizándose, en un 90% la ciudad está teniendo un suministro normal de agua y la emergencia se limita sólo a la fase de captación de agua que es donde existió el problema en la salida de agua”.

“Esta emergencia tiene que ser la oportunidad para acelerar algunas cuestiones que faltan en el sistema de captación de agua, tenemos un proyecto para una nueva toma de agua”.

“Queremos utilizar esta eventualidad para acelerar la gestión del financiamiento, que sería la última fase que falta para optimizar el sistema de abastecimiento de agua potable en la ciudad”.

“Tenemos que hacer una compra importante de nuevas bombas, porque las que están en la Toma tienen su vida útil promediando su etapa final; estos recambios son importantes hacerlos”.

“Incorporaremos 4 bombas, son inversiones importantes pero necesarias porque cada 5 o 6 años hay que ir renovando el equipamiento, que se ha visto desgastado aceleradamente por las obras en el entorno de la toma con obras y relleno”.

“Hicimos hace más de un año una tarea de dragado, con eso pensábamos que iba a permitir que durante unos 3 años aguante, pero es necesario otro dragado porque la dinámica del río ha cambiado”.

“Tenemos dos acciones para prevenir, una empezará la primera semana del próximo año que sería el refulado para garantizar que se chupe agua y no tanta arena y con eso se mantenga y facilite el equipamiento electromecánico”.

“Pero por otro lado, hay una zona de restricción que hoy está abierto al uso público hay asentamientos ilegales, con pescadores, con establecimientos que generan un perjuicio a la toma y que queremos restringir. Son las acciones en el corto plazo”.

“Dentro de esa previsibilidad estamos desarmando una de las bombas y haciendo el mantenimiento cuando se detecta el estado de semi ruinas de esa bomba y que hay que cambiar varias piezas, eso provocó que se saliera una de las bombas, pero a su vez una segunda bomba falla”..

“El sistema integral del provisión y abastecimiento de agua tiene varias fases y hemos hecho inversiones, priorizamos la distribución del agua y la impulsión desde la planta Echeverría hasta los centros distribuidores que es una inversión de más de 18 millones de pesos”.

“Tenemos el proyecto de una nueva toma, lo que pasa es que en el ínterin, mientras se consigue el financiamiento, hay que ir cambiando el equipamiento paulatinamente, cosa que no se ha hecho”.

“El último recambio se hizo en concordancia con la planta potabilizadora. Paraná tiene en funcionamiento más de 80 bombas en toda la ciudad tanto para distribución y elevación de agua cruda y potabilizada como elevación de líquidos y efluentes cloacales. Todas requieren mantenimiento y hemos hecho recambios”.

“La producción que tiene la ciudad per cápita en litros de agua potabilizada es la mayor, lejos, en la provincia y muy superior a la media de las demás ciudades. Hay un 20% de pérdida en el sistema de distribución por diferentes factores. El consumo diario promedio en Paraná supera los 500 litros por ciudadano”.

“Es una demanda intensa para todo el sistema. Si bien hemos tenido afectación en la captación, el resto del sistema funciona bien. Por la emergencia se ha limitado a sectores en la ciudad porque a menor impulsión, los sectores altos que necesitan más presión han tenido la carencia de agua”.

“En la zona sur detectamos muchos productores de grandes huertas que usan agua potabilizada para el riego y eso, no sólo que no está permitido en ningún lugar del mundo, sino que además genera un consumo fuera de cualquier lógica. Al instalar grandes caños, quita presión a su entorno, es uno de los factores que hace ha que haya faltante, pero la situación se está normalizando en toda la ciudad”.

“Hace más de 20 años obtuvieron los permisos las empresas que están en la costa. Algunos tuvieron habilitaciones cuando las situaciones eran otras y ahora las van renovando. Se trasladaron a distintos sectores, tenían autorización de uso, no de hacer obras ni avanzar sobre la costa, cosa que sí hicieron pero no estaba fiscalizado ni controlada por el Estado”.

“Ante esta situación, el decreto de emergencia tiene como uno de los objetivos principales normalizar esta situación que si bien es crónica desde hace mucho tiempo, también debe ser subsanada en el corto plazo porque se trata de la toma de agua potable para toda la ciudad”.

“La situación es casi normal y le pedimos a la ciudadanía un uso racional, responsable y solidario del agua porque si bien tenemos una producción superior a la demanda por habitante, también es cierto que todavía hay falencias estructurales que van a requerir tiempo para solucionarlas”.

“La emergencia decretada nos habilita a disponer de fondos para el sistema de captación de agua cruda. Estamos encaminados a una solución definitiva”.

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