La revancha
La venganza es un plato que se sirve frío.
Allá por diciembre del año pasado le informaron al presidente de la Cámara de Diputados, José Ángel Allende, que en el casino de Nogoyá, en la sala en donde se encuentran las máquinas tragamonedas, habían ingresado dos personas a trabajar.
Esto sorprendió al diputado referente de Nogoyá porque no lo habían consultado y porque las personas en cuestión no eran de esa localidad.
Cuando quiso impedir que comenzaran a trabajar, le dijeron que los empleados eran de Victoria y militantes de la diputada Laura Stratta, quien los había puesto con muy buena palanca.
Allende, gran conocedor del juego y de los tiempos políticos, en ese momento se tragó el sapo, lo aceptó y le respondió a la diputada que había comenzado un partido y que el resultado parcial era Stratta 2-Allende 0.
Pero, como dice el refrán, la venganza es un plato que se sirve frío, y en este caso no se hizo esperar. Después de un acuerdo con la misma palanca, el presidente de la Cámara saca a uno de los referentes de Victoria y de Stratta, César Etchart, de la Secretaría de Gestión Sanitaria, de Salud, para poner en su lugar a un delfín de su sector, el ex senador de Nogoyá Carlos Orlandi.
Ahora el partido está Stratta 2-Allende 1, pero este gol del diputado, según comentan en los pasillos de la Cámara, es como el de Maradona a los ingleses en el ’86: vale por cinco. Además, se suma al golazo que ya había metido cuando logró el pase a planta de 732 cocineras de comedores escolares.
Pero para que la revancha o el plato sea más sabroso, el sector de Allende metió otros goles y también se quedó con el poder en los hospitales San Martín y San Roque.
Con esto, Allende deja en claro que en el comienzo de este año mete goles por todos lados.