Fuego en las colinas, pero no de artificio
Hubo un escándalo porque tres de sus principales funcionarios se agarraron a las piñas y a los insultos, y tuvo que intervenir la policía con patrulleros, motos y móviles.
Arden los mentideros en la municipalidad de la ciudad de las “siete colinas”, y es que parece que el lunes pasado, luego de unas merecidas –para él, pero no para otros- vacaciones de cinco días, el intendente, Darío Garcilazo, fue sorprendido con dos noticias que, según comentaron sus cercanos, no le habrían caído para nada bien.
Parece que la diputada provincial, Laura Stratta, habría encabezado, en la ausencia del intendente, una reunión en la departamental Victoria del PJ con más de 150 compañeros y compañeras, con ribetes netamente políticos.
Del encuentro participaron importantes referentes del departamento como la ex senadora nacional, Esla Ruiz Díaz de Lagares, y la ex titular del Consejo General de Educación y también ex senadora nacional, Graciela Bar. Llamó la atención la presencia de los titulares de dos de los gremios que históricamente se han enfrentado, Darío Capurro, de UPCN, y Horacio Rizzi, de ATE.
Según comentaron los mentideros del municipio victoriense, al intendente no sólo le molestó que organizaran la reunión en su ausencia, desconociendo su autoridad partidaria, sino también el motivo de la convocatoria a la misma, ya que, según dejaron trascender los asistentes al encuentro justicialista, el mismo no habría sido otro que el lanzamiento de Stratta a la intendencia de la ciudad para el 2015, aspiración que viene sonando desde ya hace un tiempo y que no ha sido desmentida por la diputada provincial sino y hasta el propio intendente actual no ha pronunciado reparos a la hora de ser consultado sobre la misma.
Algo que también causó un escándalo en la ciudad y que puso muy nervioso al intendente Garcilazo fue el terrible revuelo que se armó en el corralón municipal el sábado en horas muy tempranas de la mañana.
Según comentaron los mentideros, tres funcionarios municipales, con insultos y gritos de por medio, se agarraron a las piñas en el corralón municipal por unos repuestos frente a unos pocos empleados que decidieron retirarse para no ser partícipes del escándalo que se estaba generando.
En el hecho, según comentaron aquellos mentideros presentes en el lugar, intervinieron el jefe de la planta asfáltica del municipio, Claudio Gareis y su padre, Ricardo Gareis, jefe de la planta recicladora de residuos municipal contra el encargado del corralón municipal, Raúl Colliar.
Colliar es de Paraná Campaña, llegó de la mano de Jorge Busti a su cargo, según comentan, un hombre tan laburador como conflictivo, fue el primero que llevó al actual intendente Garcilazo en su camioneta proclamándolo intendente de Victoria, pero después se peleó con este y se pasó al sector del diputado Juan Carlos Almada.
Si bien, según se supo, Gareis hijo fue el que se enfrentó con Colliar, Gareis padre, el hombre de los 1000 votos en blanco, como se lo conoce en Victoria, intervino lógicamente a favor de su hijo.
Al parecer, los Gareis se dirigieron hasta dicho corralón en búsqueda de algunos repuestos necesarios para una de las maquinas que utilizan para las tareas que ejecuta la municipalidad, donde se encontraron con Collar.
Ante la negativa de darles los insumos, comenzaron a propinarse golpes de puños a Colliar, junto con insultos y gritos, generando un revuelo de tal magnitud que hasta tuvo que acudir la policía, la cual, mediante un despliegue sin precedentes con camionetas, motos y patrulleros y armas, asistió evitando que la situación tuviera a mayores consecuencias.
Indudablemente, luego de tanto alboroto entre los funcionarios municipales y reuniones partidarias realizadas en su ausencia, el intendente va a pensar dos veces la próxima vez para tomarse vacaciones.