Pemo siempre en la gatera
En los mentideros del PJ suena que ya estaría todo cerradito y atadito, inclusive la intendencia de Paraná.
El eje Concordia-Paraná está muy fuerte dentro del PJ provincial y es difícil pensar en una fórmula diferente para el oficialismo en 2015.
De todos modos, Gualeguaychú es otro gran candidato a integrar la fórmula, siempre con Concordia a la cabeza.
La ciudad conocida como la capital del peronismo tiene hoy a tres dirigentes que sobresalen del resto para el ámbito provincial: Gustavo Bordet, que preside la liga de intendentes justicialistas y cumple su segundo mandato, por lo que no puede ir por la reelección y no le quedan muchos casilleros políticos para ocupar; Mauro Urribarri, que más allá de estar instalado en Concordia ha recorrido la provincia y tiene un apellido de peso; y el senador y presidente del megabloque oficialista en la Cámara Alta, Enrique Cresto.
En una entrevista brindada a este medio, Juan Carlos Cresto había dicho que el gobernador “no puede pagar el costo político de dejar a Concordia afuera de este armado” y que “quien quiera gobernar esta provincia va a tener que arreglar con Concordia”.
De esos tres nombres, queda librada a la imaginación la definición de quién encabezará la fórmula como candidato a gobernador, aunque a ninguno de los dos últimos le disgusta la intendencia y están realizando su principal trabajo en Concordia.
En la costa del Paraná, quedó en claro que por el oficialismo algo que sacudió el ambiente político en los últimos días fue escuchar de la boca de la intendenta de la capital provincial, Blanca Osuna, que irá por su reelección, relegando la carrera por la gobernación.
También llama poderosamente la atención, habiendo tantos aspirantes por Paraná, el silencio del viceobernador, José Cáceres, después de las pintadas con la insignia de Cáceres 2015 y de algunos enojos públicos y cortadas de teléfono.
Los viejos peronistas, aquellos que chapalean en el barro, tienen con este silencio abrupto dos suposiciones: o el vicegobernador se retira de la política y no tiene más aspiraciones, o acordó y tiene todo cerradito para 2015.
Para hacer memoria, estos viejos conocedores del barro recuerdan cuando en 2011 se armaban las candidaturas y Urribarri iba por la reelección, Cáceres se llamó a silencio y todos daban por hecho que se repetiría la fórmula de 2007 y que Eduardo Lauritto sería nuevamente candidato a vicegobernador.
Pero lo que ocurrió es conocido: José Cáceres terminó acompañando a Urribarri en la fórmula y Lauritto encabezó la lista de diputado provinciales, aunque esa es otra historia. Lo concreto es que Cáceres, antes de llamarse a silencio, tenía todo cerradito.
Sin embargo, en esta oportunidad puede haber más sorpresas y Gualeguaychú podría darla. No hay que descartar, por el sur provincial, a un hombre que siempre está: Pedro Guastavino.
Aunque siempre niegan el nombre del senador nacional, al final siempre está y por eso tampoco hay que descartarlo en esta oportunidad, aunque tendrían que darse algunos números y calendarios.
Indudablemente, salvo que ocurra una catástrofe, el oficialismo seguiría gobernando la provincia en 2015, según dicen los números, ante una dividida oposición y esto da una tranquilidad en el tiempo y la elección de los nombres.