La costumbre de construir poder
Con departamentos complicados y otros muy complicados, como Paraná, Gualeguaychú, Victoria, Federal y Villaguay, entre otros, el oficialismo con Concordia busca hacer la diferencia que garantice la continuidad.
Quizás muchos se mostraron sorprendidos ante la decisión del gobernador Sergio Urribarri de ir con una lista única y de que tomara posición por uno de los tres candidatos que quedaban en carrera.
Más allá de que para afuera se diga que esto se resolvió en un diálogo entre los precandidatos, se sabe que ninguno se bajó por acuerdos con otros.
Hubo amagues de renuncias, de abandonar el barco, pases de factura, puteadas, histeriqueos, nerviosismo y escenas como la que ayer al mediodía en un lavadero de autos ubicado en la esquina de Salta y Victoria de la capital entrerriana protagonizó un legislador provincial que golpeaba con ambas manos el capó de su vehículo, ofuscado porque habían bajado al candidato con el que iba enganchado y puteaba al que decía que era su líder.
También hubo cartas abiertas y solicitadas de otros enganchados, que piden internas para sus candidatos.
Es sabido que Urribarri, como hacen muchos dirigentes como Mauricio Macri y Daniel Scioli, realiza mediciones continuas y se maneja por las encuestas. Hoy los resultados dicen que esta no es la misma elección que la de 2011, cuando el gobernador iba en la boleta buscando su reelección y el PJ se imponía por paliza en los 17 departamentos y la discusión era en cuál se lograba la mayor la diferencia.
Cuatro años más tarde, la situación es diferente: más allá de que el gobernador no vaya en la boleta, hay departamentos que están complicados y otros muy complicados, como Gualeguaychú, Victoria, Federal, Villaguay, donde el PJ se impuso por el 60% en 2011, y el departamento Paraná, con localidades como Crespo o Viale, entre otras.
Además, en la capital provincial hay cinco sectores muy fuertes, como el del diputado Nacional Julio Solanas, el ministro de Gobierno Adán Bahl, el vicegobernador José Cáceres, el ex intendente José Carlos Halle y la actual presidenta municipal, Blanca Osuna.
Todos esos sectores están enfrentados entre sí, salvo la sociedad Solanas-Osuna, que se repetirá en lo local. Ninguno logró seducir al otro y mostrar en público el apoyo de otro sector para ser el candidato de la unidad, sino que buscaban apoyo de entidades gremiales o pequeñas agrupaciones y candidatos que no miden, buscando efectos políticos.
Un panorama distinto se da en Concordia, donde, con la costumbre de construir el poder, se mostró unidad, algo que Paraná no supo hacer nunca como tampoco logró penetrar en ese departamento, y arranca con más de 30.000 votos de diferencia, ante la realidad de otros departamentos.
Es imposible con esta realidad provincial pensar en dos cosas: primero, en que el PJ vaya a una PASO con varios candidatos, lo que podría provocar dispersión de votos y beneficiar a la oposición, que ha mostrado claras señales de que quiere juntarse; y segundo, que el candidato no sea el referente de Concordia, Gustavo Bordet, que concentra el 70% de intención de votos, ya que hoy es una necesidad del PJ contrarrestar cualquier sorpresa que se pueda dar en algunos departamentos de la provincia para garantizar la continuidad del PJ.
