Ayer Lara
Duro enfrentamiento y reclamos de dinero entre la viceintendenta y la concejal, la oficina un cabarute.
Griteríos y pases de facturas nuevamente los protagonistas en el Concejo Deliberante de la capital entrerriano.
Según los mentideros de los pasillos del Palacio Municipal, en estaoportunidad, fueron la viceintendenta Josefina Etienot y la concejal de Cambiemos María Marta Zuiani.
Al parecer, comentaron los mentideros municipales, un duro enfrentamiento se sucedio entre las integrantes del Concejo debido a que la concejal Zuiani, que fue segunda en la lista, luego de haber realizados severas reformas a la oficina que desde el Cuerpo le otorgaron, concurrió a la presidencia con la factura por 15 mil pesos para que Etienot se haga cargo de las reparaciones.
Según precisaron, Etienot muy molesta, sacó carpiendo a Zuiani diciéndole que el HCD no iba a hacerse cargo del reintegro y que si ella había realizado las mejoras porque quiso que debía pagarlas de su bolsillo.
Lógicamente, calificaron los mentideros, dicha contestación no le gustó nada a la edil, la cual pataleó y reclamó porque el dinero había salido de su bolsillo, negándose rotundamente la viceintendenta a su devolución.
Esta no es la primera edil que mantiene un duro enfrentamiento con la presidenta del Concejo hoy ya no existe concejal que no acuse maltrato de la misma, comentándose que varios de estos le recriminan que por un lado predica austeridad y que por otro realice cuantiosos contratos y gastos.
Resulta que en la repartija de oficinas, algo que hace unas semanas también generó una fuerte polémica y malestar en los concejales ya que varios se quedaron sin un lugar para trabajar, a la edil Zuiani le tocó la que ocupaba el concejal de La Cámpora Juan Manuel Huss.
Según los mentideros, tal era el mal estado del despacho del ahora diputado nacional que al tomar contacto con el mismo, las nuevas autoridades pensaron que había pasado un tsunami.
Es más, se comenta en el concejo, que no se sabía si era un pub, un bar o un cabarute, lo que si era seguro es que de “honorable” no tenia mucho.
Según los cercanos a la concejal, las condiciones deplorables la llevaron a realizar las mejoras que la viceintendenta, con un previo cruce fuerte y enfrentamiento, ya le aviso que no las iba a pagar.
Haciendo paralelismos, algo parecido sucedió en el 2012 luego de asumir las nuevas autoridades en la Cámara Baja Provincial y de distribuirse las oficinas, algo que este portal se encargó de reproducir.
En aquella oportunidad, recordaron los mentideros, el diputado oriundo de María Grande, Diego Lara, se gastó una cifra que superaba los 30 mil pesos para realizar arreglos en el departamento de calle Alameda de la Federación que alquiló para vivir en la capital entrerriana.
Lara recurrió al presidente de la Cámara, José Allende, quien manejaba los fondos de la Cámara, negándose rotundamente a abonarle las reparaciones de Lara, comentándose que este último protestó y pataleó al dicho de “devolvérmela, la puse yo”, contestándole el entonces presidente un categórico “jodete”.
Más allá de las diferencias y de las distancias entre el Concejo y la Cámara, es indudable que en cuestiones de gastos y cajas, chica o grande, las cuestiones dinerarias son similares.
