Derogación de las leyes Cerrojo y Pago Soberano
Luego de la maratónica sesión que derogó las leyes Cerrojo y de Pago Soberano y a su vez aprobó el pago a los holdouts, la diputada nacional, Cristina Cremer (UNA – Frente Renovador), expresó que acompañó el proyecto del oficialismo.
Al hacer uso de la palabra durante la sesión especial, la diputada nacional destacó que «el Gobernador Bordet y la Liga de Intendentes Justicialistas entrerrianos han remarcado que sin financiamiento no hay gobernabilidad ni para la Nación, ni para las provincias».
«Para solucionar los problemas de fondo que tenemos los entrerrianos, como la falta de acuerdo en las paritarias docentes, es fundamental que la provincia no se desfinancie y podamos defender a rajatabla la bandera del federalismo».
En otro punto, explicó: “Para el interbloque al cual pertenezco fue fundamental el espíritu dialoguista, en el sentido de aceptar sugerencias y modificaciones por parte del oficialismo. El Frente Renovador, por ejemplo, planteó un límite al endeudamiento, dado que en un principio se especulaba con una emisión de 15 mil millones, siendo que con 12 mil la negociación se resolvía”.
Continuando con esa temática, Cremer sostuvo: “Desde un primer momento también le marcamos cotos a futuros endeudamientos; solamente se deberá recurrir a deuda intergeneracional para llevar adelante proyectos de desarrollo u obras de infraestructura, que sean vitales para el crecimiento y progreso de nuestra nación y no para financiar gastos corrientes”.
“Asimismo, planteamos otro límite importante: en rigor, la ley sólo surtirá efecto y se podrán efectuar los pagos correspondientes en el preciso momento en que la sentencia esté firme en la Cámara de Nueva York y no antes”.
Por último, añadió: “Como explicó Marco Lavagna, no es un proyecto del cual tengamos que estar precisamente orgullosos, porque en definitiva se admite una derrota que tuvo nuestro país en una cuestión que se debió resolver hace tiempo. Pero con este primer paso, difícil pero necesario, se empieza a recorrer un camino de reinserción de la Argentina en el mercado internacional del crédito”.
«Comprendimos la necesidad imperiosa de solucionar un problema que los argentinos cargamos en nuestras espaldas desde hace quince años», cerró.
