Con las firmas de Spinelli y Cattaneo se renegoció el convenio entre IAFAS y Casino Victoria SA.

Preocupación en los empleados

Las importantes pérdidas que hace tiempo vienen generándose en las conocidas salas de paño argumentan las nuevas cláusulas contractuales.

El contrato entre el Instituto de Ayuda Financiera a la Acción Social (IAFAS) y Casino Victoria S.A. databa del 1° de enero de 2011 e incluía, entre otras cláusulas, que la empresa se hiciera cargo de gran parte de los sueldos de los empleados de las salas de juego.

Sin embargo, con las firmas de José Spinelli, en carácter de presidente del IAFAS, y Leonardo Cattaneo, en carácter de apoderado de la firma Casino Victoria S.A. de propiedad de Daniel Mautone, se renegociaron las cláusulas.

El argumento principal en la modificación contractual suscitada entre Spinelli y Cattaneo no es otro que las pérdidas que hace un tiempo vienen generándose en las conocidas salas de paño.

Pérdidas millonarias que han provocado que varias de estas salas cierren, como en Gualeguay, donde a los empleados de paño los pasaron a los slot o perreras, como se lo conocen en todo el mundo, o el caso de las que han disminuido los días de apertura como sucede en Concepción del Uruguay, en donde abren seis días de siete o en La Paz que de siete abren cinco días a la semana.

Sumas importantes de dinero que en su gran mayoría eran destinadas a abonar los sueldos de los empleados, por lo que en el contrato se establecía que ambas partes debían hacerse cargo de los mismos, en un porcentaje superior el Estado.

Pero Spinelli y Cattaneo modificaron este convenio y ahora las responsabilidades tanto del IAFAS como del privado son distintas, generando, según trascendió, preocupación y estado de alerta en los empleados.

Así, en la cláusula Primera del convenio se establece que el privado “renuncia al sistema de administración y explotación conjunta en los juegos vivos o de paño”, aceptando el IAFAS dicha renuncia.

A lo que no renunció fue la explotación de las salas vips, lo que se renegoció por parte del privado, estipulándose que éste puede ocupar dependientes del Estado, en este caso el IAFAS, en estas salas.