Se siguen sumando voces al rechazo de la boleta electrónica.

El revuelo de la Cuarta

La repercusión que causaron las declaraciones de la presidenta del peronismo en la seccional 4°, obligó a importantes dirigentes -primero del PJ ahora de la UCR-, que hasta ayer habían mantenido un silencio cómplice, a fijar la misma posición.

Ante la gran repercusión que causaron las declaraciones provenientes de la seccional cuarta de Paraná, y el reproche de la militancia, se suman nuevas críticas al voto electrónico.

Transcurrió más de una semana hasta que la dirigencia entrerriana pudiera salir del silencio cómplice y empezara a opinar frente a lo propuesta del Gobierno Nacional de reformar el sistema electoral.

Una reforma que, entre otras cosas, plantea una modificación sustancial en la emisión del sufragio instaurando el voto electrónico y que avivó el debate luego del foro organizado por el ministerio de gobierno provincial y al cual asistió la totalidad de la dirigencia política partidaria entrerriana.

Los únicos en salir fueron los referentes de la unidad básica del PJ de la seccional cuarta, a través de las declaraciones de la presidenta de la misma, Rocío Rivero, quien motivada en la actividad propia de la militancia justicialista fijó su postura y rechazó la boleta electrónica manifestando que la misma solo perjudicaba al peronismo ya que, su implementación, eliminaría la militancia casa por casa, haciendo hincapié en el fuerte compromiso que otorgaba con la gente el “cara a cara” beneficiando únicamente a los “partidos chicos o nuevos”.

Rivero también habló de las pocas garantías que el sistema otorga para evitar fraguar la voluntad popular dando como ejemplo el caso que tomó estado público de un joven estudiante que hackeo el servidor de la facultad para modificar las notas, sosteniendo que si un estudiante podía hacerlo nada impedía que ocurra lo mismo con los sufragios más aún si se trataba de un experto informático.

Un grupo de referentes y militantes, los de la cuarta, que supieron imponerse al aparato y a la estructura planteada con las famosas “listas de consenso” que se armaron mediante la voluntad de 5 o 6 dirigentes que las digitaron desde la vice gobernación.

Indudablemente el gran revuelo que se originó por las declaraciones de Rivero y la enérgica presión de las bases, manifestada en un fuerte reproche por parte de la militancia, obligó a que importantes dirigentes –primero desde el Justicialismo, luego de la UCR-, que hasta ayer se mantenían en un silencio cómplice, salieran a fijar una misma posición.

Llamativamente algo así ocurrió cuando la Junta Electoral acortó el horario de las internas partidarias del PJ celebradas el pasado 3 de abril, cuando también desde la cuarta se alzaron las voces de protestas y repudio frente a esta medida y que motivó la presentación de un recurso en su contra por parte de la lista que finalmente resultó ganadora en dicha seccional.

Una medida que provocó que los dirigentes justicialistas de Paraná fueran insultados y presionados por las bases peronistas en una de las últimas reuniones que mantuvieron previo a las internas ya que no favorecía a nadie el horario limitado e impedía que la militancia se expresara en las urnas.

Es más hasta la dirigencia de Concordia salió a criticar a la de Paraná haciéndolo responsables frente a un posible fracaso por la escasa participación en las urnas.

Más allá de este parangón, ahora con la reforma electoral planteada, no solo desde el justicialismo se comienza a advertir sobre el rechazo del voto electrónico, sino también se suman las críticas provenientes de la dirigencia radical.

Caso de quien fuera presidente de la UCR y actual diputado nacional, Jorge D´Agostino, el cual manifestó sus reparos hacia la BUE, como se la conoce, exponiendo dos argumentos “el primero es el vinculado a la posibilidad de que vulnere el secreto del voto, y el segundo está ligado al impacto en la universalización del sufragio”.

Rechazo compartido por el presidente del bloque de la oposición en el senado provincial, Raymundo Kisser, quien sostuvo “no voy a adherir a que el resultado electoral quede en manos de una máquina”.

De esta manera, a más de una semana de planteado el debate, el revuelo de la cuarta obliga a la dirigencia a salir del silencio y a compartir la posición.

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