Del halago a la preocupación por el acoso
El hecho generó numerosos comentarios en el organismo entre los empleados y empleadas del sector del funcionario seducido.
Un organismo del gobierno vive por estos días una situación que causó estupor entre los empleados y empleadas, que no salen de su asombro ante la situación que protagonizan dos altos funcionarios.
Al primero, un hombre alto, pintón, reconocido por los numerosos affaires con mujeres que le adjudican los mentideros, unos más oficiales que otros, lo intentó seducir otro funcionario del mismo género, que es superior suyo.
Si bien obviaremos los nombres de los protagonistas para evitar inmiscuirnos en su intimidad, según comentan los mentideros, al funcionario pintón veinteañero comenzaron a llegarle mensajes provenientes del otro en los que se le insinuaba y que se fueron poniendo cada vez más picantes.
Pero el funcionario seducido pasó del halago a la preocupación cuando su seductor comenzó a decirle que si quería progresar en su carrera tenía que “ceder algunas cosas”, según comentan los mentideros.
La situación causó estupor entre los empleados y las empleadas del organismo, principalmente entre los que pertenecen al sector del funcionario seducido, quien, comentan, pasó de su semblante seguro y ganador, a un perfil un poco más bajo y cauteloso mientras le siguen llegando insistentemente los mensajes del seductor.
Una situación que ya se esta convirtiendo en un escándalo y que causará, mucho revuelo en el ámbito provincial y, sobre todo, nacional.
