Indignación en Vialidad por los ñoquis y la designación del hijo del presidente en planta con la categoría más alta.

En vez de buscar represalias con el periodismo, las autoridades deberían aclarar situaciones irregularidades

Mientras Bordet dice que el que no trabaja no cobra, el director de Recursos Humanos, Hugo Reyes, hace 7 años que no va a trabajar y cobra presentismo con un sueldo de 43 mil pesos.

Fastidiado seguramente por los destapes de ollas, escándalos, denuncias por irregularidades que vienen tomando estado público y que llevaron a la intervención del Tribunal de Cuentas, el uno de Vialidad, Juan Carlos Lallana, busca represalias con el periodismo y con las fuentes.

Uno de los casos emblemáticos de corrupción y desidia dentro del organismo es lo que ocurre en el área de recursos humanos. Su director, Hugo Antonio Reyes, que hace 10 años que fue designado en el cargo y hace 7 que no va a trabajar y cobra presentismo con un sueldo de 43 mil pesos, y que tiene la categoría más alta, la 19, quedando solo una más, la 20 la cual ostentan el administrador y subadministrador, es decir, Juan Carlos Lallana y Néstor Kemerer, los más altos funcionarios del organismo.

Lo llamativo es que a pesar de sus años de ausencia en el trabajo, cobre hasta el presentismo a pesar del decreto del gobernador Gustavo Bordet que dispone que el que no trabaja no cobra, algo que provoca severas críticas contra Bordet porque entienden que mira para otro lado.

Sin embargo, Reyes hace 7 años que no va a trabajar, y se agrava su situación y se acrecenta la molestia en su contra y de las altas autoridades, porque encima cobra presentismo; es más, también recibe un plus de casi 10 mil pesos por parte de Lallana por vía del sindicato.

Por esto, es considerado Reyes el paniaguado de Lallana, por sus propios compañeros como “el rey de los ñoquis”.

Si esto causa indignación en los empleados y trabajadores viales, más provocó el ingreso de Ariel Lallana, hijo del administrador, en planta y con la categoría 18, la más alta que un empleado de Vialidad pueda tener y causó bronca el hecho de que la haya obtenido sin antigüedad, ya que hay gente que hace años trabaja en el organismo en situación precaria o inestabilidad laboral y otros, sin conseguir un ascenso.

Lo más llamativo es que quien provoca esta injusticia acomodando a un familiar suyo es el secretario general del gremio, quien representa a los cientos de trabajadores que se desempeñan en Vialidad y es el encargado de defender sus derechos.

Los memoriosos se acuerdan de la carrera de un Señor que pasó de colectivero y de llegar al taller de Vialidad con un termo en donde se llevaba la nafta para echarle a su viejo Peugeot roto, que estacionaba a seis cuadras del organismo en un cuesta abajo porque costaba sino empujarlo para que arrancara, a ser hoy dueño de una fortuna incalculable en propiedades, vehículos, etc.

Lallana, al igual que los jerárquicos del organismo, están enojados con el periodismo y sus fuentes y se preocupan por buscar represalias y hacer amenazas, en vez de aclarar las denuncias acerca de graves irregularidades.

Un organismo provincial en donde ya es común y a nadie más sorprenden esas irregularidades pero que generan muchísimo desasosiego tanto en los empleados como en la militancia justicialista que hace un tiempo se viene quejando de la dirigencia de Paraná que agarra los cargos ensucia la investidura del partido que los representa.

Una dirigencia que hace una semana atrás aproximadamente se juntó y pidió “basta de Concordia”, pero que se olvida en algunos organismos hay funcionarios de Paraná, como es el caso de Vialidad pero que a la hora de buscar responsables y dar una culminación a los hechos y actos de corrupción que ponen en la mira como responsables a sus pares paranaenses, miran para el costado convalidando las irregularidades, incluido el concordiense Luis Benedetto, que es el ministro encargado del área.

Hechos graves que semana tras semana continúan trascendiendo y tomando estado público, en los que estaría interviniendo el Tribunal de Cuentas, y conoce ahora no solo que desapareció una cantidad considerable de combustible en la zonal de Victoria, cuyo director es uno de los hombres del riñón de Lallana, sino que también denuncian que personal de Vialidad ofreció a la venta dos tachos de 200 litros de gasoil.