“Se armó la gorda”
Nuevas muestras de quiebre en el bloque Cambiemos de la capital entrerriana, la viceintendenta se cruzó durísimo con el presidente del bloque, el edil González, hombre de estrecha confianza del intendente en el Concejo Deliberante.
Una nueva sesión maratónica se llevó adelante en el Concejo Deliberante de Paraná con todas las miradas puestas en la ordenanza que regulará el servicio del transporte público de pasajeros de la ciudad.
Un tema que, luego de ser evaluado en tres oportunidades anteriores, ha venido generando cruces no sólo entre las distintas bancadas, sino dentro del propio oficialismo.
Un bloque el de Cambiemos que, desde el inicio de esta gestión, es noticia por los constantes cruces y críticas dentro de su seno, no siendo ahora la excepción.
Lo que llamó la atención a los presentes fue que a la presidenta del cuerpo se la vio más cercana a la primera minoría que a su propia bancada, generando todo tipo de especulaciones en los pasillos
Reacción que también ya es costumbre es la figura de la viceintendenta Josefina Etienot, protagonista de cruces y rupturas, generalmente, inmersos en todo tipo de irascibilidad, comentándose en los mentideros del HCD desde un primer momento que su carácter no era fácil de llevar.
Y la extensa sesión de la jornada de hoy fue un claro ejemplo de ello, cuando la viceintendenta estalló de bronca contra el concejal radical, Carlos González.
La reacción provino luego de una serie de preguntas del bloque peronista, que reclamaba que las empresas de transporte tributen en la ciudad y exigía conocer la posición de Cambiemos.
Sin embargo, desde Cambiemos prefirieron no contestar las mismas, provocando la ira de Etienot contra su propio bloque y el jefe del mismo, el edil Carlos González, que derivó en la bajada a la banca de la presidenta del cuerpo, poniendo momentáneamente a presidir al concejal Emanuel Gainza.
“Lo que estoy haciendo es una posición política, igual que hacer esta sesión especial. Es de cara a la gente, incluso puede ser un quiebre político, por si somos Cambiemos o lo mismo que están desde 1964“, reclamó colérica la viceintendenta.
“Me parece una cortesía al menos responderle a los compañeros y la ciudadanía. ¿Es por sí o por no, González?» —reclamó nuevamente Etienot.
Frente a la actitud de la viceintendent, González no se quedó callado, y le contestó: “Yo no voy a permitir que me interpele en el recinto. Ya contestamos que todo esto va a estar en el pliego licitatorio”.
La respuesta, lejos de calmar las expectativas de Etienot, provocó su repregunta: “Todo esto va a estar en el pliego, ¿sí o no?”
Y el careo continuó “Usted no tiene derecho a interpelarme. Todo lo que usted pregunta va a estar en el pliego licitatorio”, respondió González, visiblemente enojado.
El “Ud. no tiene derecho” parece que profundizó el enojo de la viceintendenta, comentándose en los mentideros judiciales que es una frase que ningún colega ni mucho menos un magistrado puede osar decirle si no quiere ser víctima de una serie de improperios, que le respondió “Yo no lo interpelo, lo están viendo todos. Yo vengo a asegurar que todos vean esto también, porque es una falta de respeto no tener respuestas como viceintendenta. Y de usted, como presidente del bloque del partido al que yo también pertenezco. Sus sueldos, el mío y los de todos los que están acá se pagan con fondos públicos”.
Dichos, idas y vueltas entre Etienot y González, ocurrían frente a un bloque del PJ que se regocijaba del cruce, y frente a la provisional presidencia del concejal Emanuel Gainza que, comentaron los presentes, con cara de a mí no me pregunten nada metió la cabeza en los asuntos entrados y prefirió no involucrarse en el fuerte debate.
La trifulca parlamentaria culminó con un aviso de Etienot, quien al volver a la presidencia del Concejo Deliberante afirmó: “Bajaré 60 mil veces para tener respuestas y poder dar la voz, no tengo problema”.
De esta manera, como dice la expresión, “se armó la gorda” en el Cambiemos.