“Los empleados son rehenes del municipio”
Escándalo en Ramírez por una empleada cesanteada que amenaza con encadenarse en el municipio para que le devuelvan su trabajo.
En el municipio de Ramírez se desató un escándalo luego de que una empleada municipal fuera despedida y de que iniciara un reclamo con las autoridades del municipio, el que trasladó a los medios de comunicación y a las redes sociales al no tener respuestas.
Manuela Rodríguez denuncia que fue despedida sin motivo alguno y mediante un decreto el 29 de septiembre, un día antes de reunir las condiciones necesarias para quedar en planta permanente.
Según afirma la hoy ex empleada, el decreto deja sin efecto uno anterior que le otorgaba el trabajo y aduce falta de idoneidad y necesidad para seguir en el puesto; por el que percibe poco mas de 5000 pesos.
Al no recibir respuestas a sus reclamos, Rodríguez acudió a los medios de comunicación de la ciudad, los que reprodujeron la noticia, pero ante la indiferencia del municipio tomó la medida de ir hasta una emisora de radio en la que uno de los funcionarios firmantes del decreto se encontraba dando una entrevista para plantearle nuevamente su problema y filmar la situación.
El funcionario es Pablo Omarini, secretario de Gobierno, quien al ser captado por el celular de Rodríguez, le pedía que lo apagara y afirmaba que las explicaciones del caso están en el decreto.
“Yo le explico por privado, pero tenes que apagar el celular, te esperamos en la oficina para hablar”, decía Marini ante la ex empleada que le reclamaba que “me sacaron la comida de mis hijos”.
“Creímos en ustedes, ustedes iban a mi casa a decirme que no iban a echar a nadie, dame una explicación como fueron a pedirme que por favor los vote”, se escucha decir a Rodríguez casi con tono de súplica.
“Vuelven a repetir las cosas” le reclamaba la mujer, “no te da la cara” le decía al funcionario, quien mientras se daba la situación recogía sus cosas y comenzaba a retirarse del edificio en el que se encuentra la radio.
En los medios, Rodríguez agradece el apoyo que recibe de sus compañeros y afirma que entiende que no se sumen a sus reclamos porque denuncia que son “rehenes de esta gestión de gobierno”.
“Los empleados de planta no se exponen porque son trasladados a lugares para los que no son aptos, y los 83 contratados que hay, antes tenían contratos por 11 meses y ahora por seis”.
Mientras Rodríguez le reclamaba, se ve a Pablo Marini tomar su bicicleta y alejarse del lugar raudamente.
En tanto, la ex empleada, que afirma ser insulinodependiente, amenaza con que la siguiente medida será encadenarse frente al municipio y que “hasta que no se me reincorpore no me vuelvo a hacer la insulina”.