La verdadera discusión de UADER: la defensa de sus trabajadores y el gasto exorbitante por su desmanejo.

¿Nacionalizar o no? Esa es la cuestión

Designaciones de coordinadores de carreras, coordinadores de coordinadores, excesividad en los viáticos, horas cátedras que por su numero es imposible que un dependiente las cumpla en el mes, horas cátedras de las horas cátedras, y la lista continua.

En los últimos días nuevamente surgió la discusión acerca de la posibilidad de nacionalizar la Universidad Autónoma de Entre Ríos.

Una idea que no es nueva. Ya en el 2013 el entonces gobernador justicialista Sergio Urribarri puso en debate aquella posibilidad.

Ahora en plena campaña la trae a colación el precandidato de la lista oficial de Cambiemos, Atilio Benedetti, “la educación universitaria está a cargo del presupuesto nacional. Hubo un intento, hace tiempo, de nacionalizar la Uader. No sé por qué no avanzó, pero como entrerrianos necesitamos que la provincia respire”, manifestó.

Inmediatamente se escucharon voces críticas sobre el proyecto, primero fue el senador justicialista, Angel Giano, quien le respondió “el desatino de Atilio Benedetti, que postula la nacionalización de la Uader para que ‘la provincia respire’ revela de su parte un profundo desconocimiento de la realidad de Entre Ríos. Supone desconocer que, justamente, el futuro de miles y miles de jóvenes entrerrianos ha sido posible porque existe una Universidad Autónoma de Entre Ríos que alienta la oportunidad sus proyectos de estudios universitarios, crecimiento profesional y de inserción laboral en sus pueblos”.

Una idea que tampoco cayó nada bien en el seno de Cambiemos, saliendo a cuestionarla también el senador provincial por Cambiemos, Raymundo Kisser, quien palabras más palabras menos le dijo a Benedetti que la educación no es un gasto, considerando necesario que la Nación participe en el sostenimiento de la UADER, sin que pierda su condición de autónoma y provincial. La UADER tiene que seguir siendo provincial con sustento económico nacional”, enfatizó.

En la génesis de la propuesta no esta si no el exorbitante gasto que la Universidad acarrea al Estado provincial, es mas, hasta se hablo de que la Casa de Estudios es “un agujero negro de la provincia”, considerada por el propio gobernador como una “zona gris”.

Sin embargo, es indudable que la verdadera discusión debería pasar más por incluir mecanismos de control a la Universidad y, sobre todo, defender a los trabajadores que son precarizados a través de las horas cátedras.

Hace un tiempo este portal se ha hecho eco de distintos reclamos, denuncias y quejas, algunas de estas judicializadas, sobre el trato que reciben los dependientes de la casa de Estudios por parte del rector y los decanatos.

Una Universidad donde priman las irregularidades y las arbitrariedades en el sistema de contratación conocidas como “horas cátedras”, las cueles se otorgan a mansalva para con un fin estrictamente político, y, así como las otorgan las suspenden, las recortan o hacen cesar con total discrecionalidad, dejando a los docentes y administrativos sin ninguna protección jurídica.

Una irregularidad, en primer lugar, en virtud de que las “horas cátedras”, como la palabra lo indica, deberían estar estrictamente previstas para los docentes, y no para toda la planta de dependientes de la universidad, incluidos administrativos y maestranza, como ocurre en la misma.

Y en segundo lugar, porque con las mismas se precariza a los trabajadores, no teniendo los mismos ningún derecho a la estabilidad o ninguna garantía legal contra el despido arbitrario, constituyéndose, con este panorama, en un “sistema de premios y castigos” donde la espada de Damocles la tienen los decanos o el rector.

La otra gran discusión, indefectiblemente, debe ser ajustar el gasto innecesario que produce la Universidad. Una casa de estudios donde son constantes las quejas: designaciones de coordinadores, coordinadores de coordinadores, excesividad en los viáticos, horas cátedras que por su numero es imposible que un dependiente las cumpla en el mes, horas cátedras de las horas cátedras, y la lista continua.

Indudablemente que UADER representa un problema serio para los entrerrianos y una discusión real sobre la misma deben darla nuestros legisladores y los funcionarios provinciales, sin embargo, el meollo de la cuestión no se encuentra en la nacionalización o no, sino en su manejo, en un mayor control del gasto y en poner límites en sus autoridades regulando o llevando a la práctica los concursos para los docentes, en concursos que revaliden el derecho a la cátedra, en condiciones más equitativas de ingreso y egreso.

Una universidad que le da posibilidades reales de educarse a un sin número de estudiantes, con una oferta académica modelo en el país, y con una planta de docentes prestigiosos, que constantemente es el objeto críticas y cuestionamientos por las irregularidades y arbitrariedades de sus autoridades.

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