EDITORIAL PROGRAMA “DE FRENTE”
Más allá del triunfo, los porcentajes finales no conforman para nada al oficialismo, los acuerdos y las alianzas no obtuvieron los resultados esperados.
La prueba está en la apatía –no de los participantes, ya que la elección de ayer fue masiva- de los triunfadores. Una apatía que se hizo notar. No hubo festejos ni caravanas, sólo un acto muy pobre e improvisado en las puertas del Partido Justicialista, en su mayoría poblada por más funcionarios que militantes.
Busti especuló que la alianza con la mayoría de los referentes de la ex lista 100 -que habían obtenido un 18% en la pasada elección- le iba a permitir tener un resultado histórico, un número que nadie más pudiera obtener en el futuro de la Provincia (hasta se llegó a anunciar públicamente que se obtendrían 3/4 Diputados y /2728 Convencionales). Pero no les sirvió para nada. Pero aún, les restó porcentaje con respecto al 18 de Marzo pasado donde treparon hasta casi un 48%, mientras que ayer no se superó el 45%. Algo pasó.
En Paraná, donde también se esperaba un resultado histórico gracias a la estructura con la que se contaba, se perdieron las seccionales céntricas (2º y 4º), mientras que en los barrios la oposición se les arrimó bastante, especialmente porque estaba muy dividida entre el sector Carrió (socialismo), Lavagna (UCR) y Rodríguez Saá.
Si no fuera por la siempre pronta Concordia, más la ayuda de algunos otros Departamentos, los porcentajes con respecto a Marzo hubieran cuido aún más.
De los 3 o 4 Diputados que se aspiraba a ingresar, sólo lo hicieron 2. Mientras que de los 27 o 28 Convencionales, sólo se estaría cerca del número 22, lo cual les podría quitar la mayoría. Aunque lo más probables es que se estén sumando votos de aquí y allá para que esto no suceda.
Atrás quedó el sector de Elisa Carrió, de Roberto Lavagna y de Alberto Rodríguez Saá, ganó el oficialismo.
Pero más allá de este triunfo, un filósofo decía, «Algunos miden su éxito por el fracaso de los demás».
Ricardo David.
