Se veía venir
Fuertes versiones indican que tanto el intendente como sus funcionarios venían siendo objeto de tareas de inteligencia por parte del organismo policial nacional.
Desde la semana pasada, tanto el intendente como varios de sus funcionarios hoy allanados por orden del juez federal Leandro Ríos, venían siendo advertidos del inminente giro que se realizaría en la mega causa de narcotráfico conocida mediáticamente como “Papá Noel”.
Una investigación sobre comercialización de estupefacientes que se conoció luego de la incautación de 317 kilogramos de marihuana en la zona norte de Colonia Avellaneda que fue trasportada a dicha localidad en avioneta.
Una megacausa por la cual existen actualmente 22 personas procesadas entre las que se encuentra el líder de la banda Daniel ‘Tavi’ Celis y por la cual declaró el intendente Sergio Varisco y varios de sus funcionarios a quienes, si bien el juez encontró vinculaciones con la banda, finalmente no se los procesó.
Ahora nuevas medidas judiciales complicaron tanto al intendente de la capital entrerriana como a Pablo Hernández, a Roberto Sabioni y a otros funcionarios.
Medidas que implicaron sendos allanamientos en los domicilios de los nombrados, como también a la madre del intendente, la secretaria de cultura Magda Varisco, la concejal y actual pareja del mismo, Claudia Acevedo, el despacho del intendente, distintas oficinas del Concejo Deliberante, incluido el despacho de la viceintendenta Josefina Etienot.
Providencias judiciales, que si bien complican enormemente la situación de la máxima autoridad municipal como de los funcionarios, según versiones, no resultaron sorpresivas para los mismos.
Desde la semana pasada viene circulando fuertemente que desde la Justicia Federal habría movimientos en la megacausa de la droga.
Un panorama oscuro para el intendente que se agravaba luego de conocerse un pedido de acceso a la información pública dirigido al mismo por el destino de los fondos públicos millonarios recaudados a través de la factura de la luz.
La preocupación era evidente, es más, hasta la propia concejal y actual pareja del intendente, Claudia Acevedo, confirmaba las horas de tensión y nerviosismo que se palpitaban en el despacho de Varisco.
Desasosiego que se acrecentaba enormemente en virtud de otro escándalo protagonizado la semana pasada en la oficina de la secretaria de Cultura y madre del intendente de Paraná, Magda Varisco, la cual fue el escenario de una fuerte pelea que involucró a funcionarias y a un empleado.
Si bien no trascendió mucho al respecto, los mentideros del área comentan que una importante funcionaria de la gestión y las nietas de Magda fueron hasta la oficina de esta última para denunciar a un trabajador.
Según afirman, se trataría del chofer de la secretaria de Cultura, que fue acusado ante la madre del intendente de estar involucrado en actividades presumiblemente delictivas.
Las versiones indican que la gran preocupación de las funcionarias es que las actividades en las que estaría involucrado el chofer tienen que ver con una de las causas que podrían ventilarse en la Justicia Federal, por la cual hoy se produjeron allanamientos simultáneos, trascendiendo que el empleado habría sido detenido.
Asimismo, hace pocos días, fuentes municipales indicaban que varios funcionarios venían siendo objeto de tareas de inteligencia por parte de la Policía Federal a través de seguimientos por parte de un auto de depósito judicial de dicho organismo.
Tareas que habrían sido advertidas por los mismos en virtud de funciones anteriores ligadas con la fuerza policial.
Más allá de que dicha información no ha sido confirmada, lo cierto es que a ninguno de los allanados le sorprendió la medida, tampoco llama la atención la ausencia del intendente de la ciudad.
Un escándalo sin paragón que se desató en la capital entrerriana, que ha dejado anonadados a muchos paranaenses y que agrava enormemente la mala imagen que los vecinos perciben del intendente y su gestión municipal.