Ex concejal y actual funcionaria corrió a los carterazos a un secretario con rango de ministro.

‘Lavate la boca antes de hablar mal’

En una reunión convocada por el director de Bromatología, Pablo Basso, estuvieron presentes militantes y funcionarios, las duras críticas al peronismo, como si fuera poco, no faltaron y todo terminó en insultos y pase de facturas.

Si algo le faltaba a la situación interna del peronismo para que se agrave, algunos jóvenes funcionarios no logran controlar su lengua y generan que una reunión que pretendía ser tranquila se desmadre.

Hace algunas semanas el secretario de producción, Álvaro Gabás, casi se come unos cuantos carterazos producto del fuerte enojo que provocaron sus dichos en varios militantes, principalmente de una ex concejal de Paraná.

La reunión había sido convocada por el director de Bromatología, Pablo Basso. Al parecer, Gabas, que estaba en calidad de invitado, no midió sus palabras y tampoco tuvo en consideración lo que éstas podrían provocar, ya que varios de los presentes las calificaron de desubicadas y estrafalarias.

Algunos de los participantes en la reunión le criticaron al funcionario ministerial que no tiene ni antigüedad ni trayectoria para hablar de los compañeros y menos cuestionar a otros dirigentes. Esto referido a que Gabás se habría cansado de criticar, en términos generales, a la gestión anterior. De estas duras críticas no se salvó ni el actual presidente de la cámara de diputados, Sergio Urribarri.

Ante esta situación, la ex concejal paranaense Mabel Solanas enfurecida le decía al secretario de producción que se lavara la boca antes de hablar mal de la gestión anterior porque ella había sido parte de la intendencia de la capital provincial. También le reprochó que él no tenía trayectoria para hablar de esa manera de algo de lo que no había sido parte, además la ex edil puso en duda si el ahora secretario ministerial estaba afiliado al peronismo.

El enojo de la ex concejal la llevaron al punto de querer darle un carterazo a Gabás, pero su indignación fue calmada por sus compañeros y no pasó a mayores ya que el secretario ministerial luego de esa situación se quedó callado. Aunque trascendió desde los mentideros que Solanas se habría quedado «con la sangre en el ojo» en cuanto a los dichos del secretario de producción.

Si bien las críticas y las defensas no son nuevas, y la situación de la tan anhelada y pregonada unidad, más allá de los rumores de cierta división y enfrentamiento del peronismo, más precisamente entre la cámara de diputados y el ejecutivo, este rumor se agrava aún más porque las críticas las hacía un alto funcionario con rango provincial. Con estos hechos no hacen más que zanjar las diferencias y alejar la tan deseada y necesaria unidad del peronismo entrerriano.

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