Escándalo por la desidia de los motores y maquinarias
El director de Mantenimiento de la DPV envió un descargo a este medio informando que solicitó una investigación sumaria, aunque se trata de hechos que están bajo su responsabilidad.
Un escándalo de gran magnitud se desató en la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) a raíz de la publicación de este Portal titulada Se pagó $150mil por algo que no se hizo y no sería la única maniobra, en la que se da cuenta de una grave irregularidad.
El artículo periodístico da cuenta de que en una zonal se envió a reparar un motor y por ese arreglo se pagaron 150 mil pesos, aunque seis meses después de que supuestamente quedara como nuevo, dejó de funcionar.
Una situación similar había ocurrido poco tiempo antes, por un motor cuya reparación costó 200 mil pesos y dejó de funcionar dos días después de haber pasado por el taller.
A raíz de esa publicación, el director de Mantenimiento de la DPV, Horacio Ippolito, envió a este Portal un descargo en el que informa que solicitó “una investigación sumaria para determinar si existe responsabilidad alguna sobre los hechos que se informan”.
Aunque desde la DPV reconocen que Ippolito no tiene malos antecedentes, lo que resulta llamativo es que él mismo inicie una investigación sobre hechos que están bajo su órbita y que debería controlar de antemano.
Además, el director de Mantenimiento reconoce que los motores pertenecen a motoniveladoras de la zonal de Paranacito, aunque en la publicación no se hace mención de esa repartición.
Por otra parte, llama la atención también que en la nota de descargo enviada a este Portal, Ippolito realiza una justificación de la situación al afirmar que el primer motor sufrió roturas como “resultado propio de las exigencias que a diario se realiza del mismo” y llamativamente afirma que “sufrió una falla después de haber funcionado por más de un año y medio”, aunque todos en la DPV saben que funcionó por solo seis meses.
También asegura que el otro motor “presentó una falla después de muy pocas horas de uso, la cual está siendo estudiada por distintas áreas de la Dirección de Mantenimiento para determinar la razón y naturaleza de la misma”.
Después de que, según la información que llegó a este medio, la DPV gastara más de 350 mil pesos en la reparación de dos motores que se rompieron casi inmediatamente, el encargado de cerciorarse de que el mantenimiento de las maquinarias se realice como corresponde, anuncia una investigación sumaria pero justifica la rotura de los motores.
Pero lo más grave que denuncian los empleados es que luego de que trabajadores indignados enviaran a este Portal una foto de uno de los motores rotos, se inició un pedido de informes para determinar quiénes habían filtrado la información a la prensa.
Sostienen que como en la imagen aparece estampada automáticamente la fecha y hora en que fue tomada, las autoridades solicitaron los archivos de las cámaras de seguridad para determinar qué trabajadores se encontraban en el talle en el momento en que fue sacada la foto.
De esa forma, buscan establecer qué empleado fue el que envió la imagen a este Portal que se publicó junto con la noticia que generó un gran escándalo y revuelo en la Dirección Provincial de Vialidad.
Este Portal hace mea culpa por no haber tapado esa fecha y hora, que perjudica gravemente a los trabajadores que hoy manifiestan que están siendo perseguidos por las autoridades por haber denunciado irregularidades en el organismo.
Las denuncias sobre irregularidades en la DPV ya son una constante y son claras muestras de la corrupción estructural que existe en el organismo de los caminos, con el aval del gremio liderado por Juan Carlos Lallana, hoy en día investigado por enriquecimiento ilícito.
La DPV es uno de los organismos del gobierno provincial que se encuentra bajo la mira por la desidia y los desmanejos que provocan grandes pérdidas al erario público y a todos los entrerrianos, como parte de una corrupción estructural fuertemente arraigada.
