Primero, las conferencias separadas de la semana pasada, segundo, los gorros, carteles y remeras que se vieron en la asunción de Cristina Fernández de Kirchner ¿Qué harán los Legisladores? ¿Qué se verá mañana en el traspaso de mando?.
Mientras desde el oficialismo siguen insistiendo que Jorge Busti (Gobernador saliente) y Sergio Urribarri (Gobernador entrante) son como hermanos, lo cierto es que estos no se muestran demasiados cercanos.
El primer ejemplo lo vimos la semana pasada cuando Urribarri eligió el día jueves y la ciudad de Concordia para dar a conocer el futuro gabinete, mientras que Busti hizo balance de su gestión el viernes desde Paraná. La nota a considerar: ninguno de los dos estuvo presente en la conferencia del otro. Incluso públicamente Busti reconoció que tenía objeciones sobre los nuevos funcionarios y aunque no quiso quejarse ante los medios, su cara denotó más de lo que dijo.
El segundo ejemplo: hoy, en la asunción histórica de la primer Presidenta electa, donde el marido entregaba el bastón de mando a la esposa y estaban presentes la mayoría de los Gobernadores de las provincias argentinas, aparecieron remeras y gorros amarillos con la leyenda “Urribarri-Cristina”. Más aún, los sombreros eran en forma de pato, en un alusión explicita al apodo del Mandatario entrerriano que asumirá mañana martes. ¿Que falto? Pasacalles, carteles u otro tipo de “merchandising” que uniera los nombres de Jorge Busti, Sergio Urribarri y Cristina Fernández de Kirchner.
Con esto parece quedar claro que el Gobernador que se va y el que llega no se identifican ni afuera ni adentro de la Provincia. Quizás por eso ya no se intenta disimular de quien son los funcionarios que ingresarán al gobierno entrerriano: son de Urribarri, y los que por casualidad llegan con desconfianza tendrían poco tiempo al frente del cargo, o bien el verdadero poder sería para quien esté en segundo lugar.
Queda por ver como actuarán las Cámaras, ya que si bien en las dos hay mayoría oficialista, Diputados parece más pronto a quebrase que el Senado, quizás porque tiene mayor grado de heterogeneidad. Más de un Legislador ha llegado a comentar que recién ahora comprende las diferencias Busti-Urribarri y que no sabe hacia donde correr.
Todo indicaría que al oficialismo se le viene avecina la más cruel de las internas, donde la oposición se verá desde el interior, quizás condimentado con alguna postura radical, de alguien de la ex Lista 100 o algún que otro Legislador ya molesto con Busti, ya molesto con Urribarri.
Veremos mañana que escenario presenta el Teatro 3 de Febrero en el traspaso de mando. Que dirán los gorros, las remeras, los pasacalles. Y si los mandatarios que se pasarán el bastón necesitan (o no) realizar un esfuerzo para ocultar la distancia.
