Horacio Piceda, Concejal por el Radicalismo, expresó sus dudas respecto de esta medida que ha sido vista en los últimos días como parte de un paliativo para logra ingresos para la Municipalidad de Paraná.
“Según lo que hemos podido hablar con los empleados de Obras Sanitarias y con gente que conoce del tema, la regulación a través de los medidores nunca ha traído beneficios de facturación para el servicio de agua”.
“La gene que cuenta con medidores incluso paga menos que antes, porque hay veces que no llegan a consumir el nivel que se correspondería con un monto de taza fija. Y claro, esto representa una seria dificultad que hoy está siendo analizada por Obras Sanitarias”.
“Ocurre que los medidores están en situados en lugares donde hace 10 se pensaba que era la zona donde la gente derrochaba agua, pero desde entonces a la fecha no ha habido una política municipal que se dedique a controlar esto, a brindar mejoras en el servicio, etc.”
“Personalmente, creo que la falta una planificación urbana que permitió el crecimiento de edificios (y con ello del número de usuarios de agua corriente) se realizó sin ningún tipo de previsión, con lo cual se incrementaron las dificultades para zonas que ya sufrían por poca presión. Ahora sólo estamos sufriendo las consecuencias de la falta de inversión”.
“Considero que ante todo debería darse una campaña de concientización para el uso racional del agua, y luego un plan de penalización para aquellas personas que derrochan. Pero claro, hace 15 años que la Municipalidad de Paraná dejó de ejercer su rol de control y hoy vemos lo inconvenientes, ya que a veces ni el tránsito era regulado”.
