Los Kirchner y Urribarri frente al mayor desafío: recuperar la confianza de la gente que en esta pelea se inclinó, claramente, por el más débil.
Según hombres cercanos al poder, las mediciones de imagen del gobierno nacional y provincial se van a realizar dentro de 15 días, una vez que sedimente el tema.
Si hoy -luego de 21 días de duro enfrentamiento con el sector del campo- midieran la imagen del gobierno nacional, seguramente se encontrarían con que esta ha bajado y mucho, algo que no esperaban al decidir aumentar las retenciones o cuando aparecieron las primeras protestas de los productores.
Tal parece que la gestión de Cristina Kirchner no se imaginó que los agricultores que cortaban la ruta y desabastecían al país, lograrían la adhesión de la gran mayoría de la gente en los centros urbanos. Pero al final estos últimos, se inclinaron claramente por el sector más débil, entendiendo que el gobierno y los gendarmes no enfrentaban a delincuentes, barrabravas o piqueteros, sino a hombres que siembran maíz, girasol, crían gallinas y chanchos o se levantan al amanecer para sacar leche de la vaca.
Un gobierno nacional que fue cambiando el mensaje de discurso en discurso. Y un conflicto que, ya por necesidad, ya por convencimiento, ya por las dos cosas, arrastró también a Sergio Urribarri.
Claro que hay quienes sostienen que al Gobernador entrerriano no le quedó otra salida que acompañar a Cristina Kirchner. Es que Entre Ríos fue siempre “nación-dependiente” y quien alguna vez se atrevió a enfrentar a la gestión nacional le fue muy mal, situación que Urribarri conoce muy bien.
Aunque también están quienes sostienen que el Primer Mandatario pagó un costo enorme por mantenerse firme, principalmente en su carrera interna del mismo PJ.
Un Urribarri que en el auge del conflicto intentó ponerse en medio la escena con la afirmación de deseaba “ser el garante de un acuerdo entre ustedes (los productores) y la nación”, motivo por el cual, minutos antes del segundo discurso presidencial, llamó a Juan Echeverría, el segundo en la Federación Agraria de Entre Ríos.
Un Echeverría que llevó la conversación ante la asamblea de productores, donde le dijeron: “Juancito (por Echeverría) te olvidaste de exigirle un punto”; “¿Cúal?”, preguntó el dirigente agrario, y le respondieron: “que venga a gobernar”.
Más aún, luego de esta charla entre el Gobernador y Echeverría, algunos dirigentes del mismo PJ se encargaron de hacerle llegar al dirigente agrario la afirmación de que: “el pato (por Urribarri) no es confiable”. Dando a entender que una vez que el Gobernador obtiene lo que quiere, te desconoce y no te atiende más.
Ahora comienza un camino sinuoso para la gestión provincial: el de recuperar la confianza de los ciudadanos. Ya que sin lugar a dudas, en esta pelea la gente se inclinó por el más débil.
Pero para saber con certeza si este conflicto afectó o no la imagen de Urribarri, habría que esperar por lo menos 15 días, luego de los cuales se habrán calmado los ánimos y se podrá ver como responden a las convocatorias realizadas por el Gobernador entrerriano.
En definitiva, como dijera un filósofo, gran médico es el tiempo por lo viejo y experimentado.
Ricardo David.
