Los mensajes del Gobierno entrerriano y las medidas de los presidentes comunales libres de coronavirus desnudan el cortocircuito entre las autoridades y la falta de mando en el poder central
Luego de que los casos de Coronavirus en Entre Ríos aumentaran en un 100% en solo nueve días, el Gobierno Provincial dispuso suspender transitoriamente las habilitaciones de nuevas actividades y servicios, según las del COES (Comité de Organización de Emergencia en Salud).
La determinación de la Provincia se otorga mientras la mayoría de los municipios siguen permitiendo nuevas habilitaciones.
Y es que, en el mensaje provincial está totalmente ausente la claridad.
A nivel provincial, con los anuncios, los ciudadanos no saben qué pueden y qué no pueden hacer.
En el Municipios la cuestión es diametralmente opuesta, semana tras semanas, incluso con el transcurso de días, se viene produciendo paulatinamente mayores habilitaciones con las actividades, otorgándose mayores permisos a los vecinos para hacer reuniones, caminatas recreativas, salidas y demás, siempre teniendo en cuenta estrictos protocolos y medidas de prevención.
En la Provincia, en tanto, las habilitaciones se otorgan, o al menos se anuncian, sin embargo, luego se frenan, evidenciando una completa confusión a la hora de gestionar la respuesta a la pandemia en la provincia.
De este modo se da una seria contradicción entre los municipios y la provincia, lo que se evidenció públicamente luego de que el intendente de Crespo autorizara reuniones y tuviera un fuerte encontronazo con la ministra Rosario Romero y las autoridades provinciales.
Por la polémica que se generó y el malestar de las autoridades provinciales con el presidente municipal crespense dejó una cosa en claro: Al Gobierno entrerriano cada día le cuesta más encolumnar a los intendentes, los cuales, a la hora de las medidas prescinden totalmente de la Provincia.
Y es que, mostrando una total falta de capacidad para reaccionar ante esta emergencia sanitaria, las autoridades provinciales dan marcha y contramarcha con las medidas, primero habilitan, después suspenden las habilitaciones, dicen y se desdicen.
Eso genera fuertes críticas hacia la falta de una línea clara en cuanto a habilitaciones, permisos y protocolos a seguir por los municipios.
La propia ministra de Salud, Sonia Velázquez, afirmó públicamente que el foco del problema de los contagios de coronavirus en Entre Ríos es la cercanía con Buenos Aires.
Sin embargo, en otra contradicción del gobierno provincial, las autoridades van y vienen de Capital Federal sin cumplir con la cuarentena total de 14 días al regreso, poniendo en serio riesgo al resto de los vecinos de la provincia.
Mientras las autoridades del Gobierno Provincial pregonan por el autocuidado, la responsabilidad y el cumplimiento de la cuarentena, son ellas mismas las que dan un ejemplo muy diferente con sus acciones.
Por una parte, ha habido actos, como el del 25 de mayo, o reuniones oficiales como la de días atrás en el Centro Provincial de Convenciones, en las que el uso del barbijo quedó totalmente descartado y donde el distanciamiento social no existe, pero por la otra se le exige a los vecinos que sigan a rajatabla las medidas de prevención, incluso con consecuencias judiciales.
Sin dudas el caso más ejemplificativo fue la visita del presidente de la cámara de diputados de nación y del ministro de transporte, Mario Meoni a la ciudad de colonia Avellaneda.
Acto en donde no se respetaron las distancias, mucho menos en el tren y tampoco se vio el uso del barbijo a la hora de realizar los discursos.
Está a la vista que los mensajes del Gobierno Provincial y los hechos tampoco se condicen, se exige responsabilidad a los ciudadanos pero no se la ejercita, generando en los ciudadanos esta confusión que se comporten como lo hacen las autoridades.
Una de las grandes contradicciones entre las decisiones que toma la Provincia y las que llevan adelante los intendentes se dio recientemente en la capital entrerriana, denotando que el cortocircuito no es solo con los presidentes comunales de distinto sello partidario que el entrerriano.
Este domingo, minutos antes de que el gobernador Bordet anunciara la suspensión de las habilitaciones, el intendente de la capital provincial, Adán Bahl, inauguró una vistosa feria popular de emprendedores en calle Racedo.
Allí concurrieron miles de personas durante varias horas del domingo y, se trató de una feria al aire libre, la cual denostó que si se quiere se puede, ya que pudieron mantener las distancias y existieron fuertes controles para dar por cumplimentadas las medidas preventivas, según comentaron los presentes.
Hubo tres cuadras de gente, fue una fiesta, muchos vecinos se cruzaron que emprendedores, todos guardando los recaudos y el autocuidado, fue un ejemplo de responsabilidad.
Tal fue el éxito que ya se está organizando y convocando a los vecinos y emprendedores para la semana que viene por los festejos del día del padre del próximo domingo.
Mientras se otorgaba esta situación con los vecinos de Paraná, con la reapertura de actividades, impulsadas por el municipio, la provincia pautaba la suspensión de las habilitaciones, en un claro cortocircuito.
Lo del Gobierno Provincial verdaderamente es inentendible. En Entre Ríos existen cuatro ciudades complicadas con circulación comunitaria, todas lejanas a esta costa y en todas con el factor común de contagio inicial vinculado con Buenos Aires, sine embargo, el gobernador anuncia la marcha atrás general, o al menos eso se interpretó.
Es más, muchos hoy sostienen que el gobernador podría anunciar en las próximas horas el regreso a la fase 1 en toda la provincia.
Un despropósito que colisiona de lleno con los Municipios, sobretodo, aquellos donde la circulación del virus no existe, es más, en lo que va del aislamiento nunca han presentado un solo caso de COVID positivo.
Este viernes el propio Bordet anunciaba que quedaban prohibidas la reuniones sociales y que se suspenderían actividades que se habitarían o se habilitaron sin precisar cuáles.
Las libertades que se toman los intendentes para tomar las decisiones que consideran más convenientes para sus vecinos, demostrándose que con el cumplimiento de recaudos basta y sobra, ponen en evidencia la falta de conducción de Bordet y su incapacidad para alinear a los presidentes municipales, tanto los justicialistas como los opositores.
El gobierno provincial exige a los vecinos y a los intendentes cumplir con los protocolos y con las medidas de prevención pero son las mismas autoridades provinciales las que no las cumplen.
Viajes a Buenos Aires e incumplimientos del aislamiento al regreso, reuniones masivas sin barbijo y sin distanciamiento son algunos ejemplos.
En tanto, el cortocircuito con los municipios es cada vez más evidente y hay fuertes críticas a la falta de claridad de las suspensiones provinciales, como también a la generalidad con que anuncian las medidas.

2 comentarios
pero como le vas a hacer caso al gobernador si ni sabe donde esta parado ese tipo
Bordet, te das cuenta, que el Beto,no te registra???? Este finde feria nuevamente