Temor y preocupación de los azules y sus familias por la ausencia total de prevención
Horas dramáticas se viven en la comisaria primera de la capital entrerriana tras confirmarse dos casos positivos de COVID.
El temor de los azules asignados al puesto policial de calle Tucumán proviene, indican fuentes internas que optaron por la reserva de identidad en virtud de las durísimas represalias de traslados con los que son advertidos si recurren a la prensa, por la absoluta desidia de las autoridades provinciales respecto de medidas de prevención al resto de los uniformados.
Policías que, a pesar de ser considerados contactos estrechos por la vinculación laboral con los positivos, no fueron aislados y están siendo conminados a trabajar de igual manera, temiendo sus propios contagios, y lo que es peor, los de sus familias.
Respecto de esta última posibilidad la cuestión es grave, ya que varios indican poseer familiares convivientes que, por su edad o patología, son considerados de riesgo, vale decir, el virus podría tener consecuencias gravísimas a su salud.
A pesar de estar en pleno conocimiento de estas realidades individuales de los trabajadores policiales, las máximas autoridades se resisten a determinar medidas de aislamiento, amén de que, como ya se ha denunciado en reiteradas oprotuniaddes, no se les destinan insumos de protección y de higiene para las instalaciones.
La cuestión es alarmante, así la refieren puertas adentro de la Comisaria, ya que uno de los casos positivos, por las demorar que se están registrando entre el hisopado y la comunicación del diagnóstico, debió concurrir a trabajar sido positivo aunque sin haber tenido la confirmación.
1 comentario
Hace rato pasa en dependencias policiales. Y nadie hace nada.se lavan las mano